La educación: una cuestión de respeto y formación

Julián Fariña y María Isabel Pérez en los estudios de El Espejo Canario

Julián Fariña y María Isabel Pérez en los estudios de El Espejo Canario

María Isabel Pérez, exdocente, y Julián Fariña, director del CIFP Virgen de Candelaria, han recibido el Premio Viera y Clavijo por su dedicación a la formación de los jóvenes canarios.

María Isabel Pérez, ex docente, y Julián Fariña, director del CIFP Virgen de Candelaria, han recibido el Premio Viera y Clavijo por su dedicación a la formación de los jóvenes canarios. Ambos coinciden en la importancia del respeto hacia el profesorado y la necesidad de que estos mantengan una formación continua que permita mantenerse al día en «una sociedad cambiante».

Pérez afirma que no tenía «ni idea» de que el equipo directivo la había propuesto para el premio y no supo nada hasta que la llamó el consejero de Educación, Poli Suárez, para comunicárselo. En los mismos términos se expresa Julián Fariña, que señala que fue también propuesto por el equipo directivo de su centro y cuando lo llamó el consejero, se emocionó: «Fue un día inolvidable» en sus muchísimos años en la docencia. 

Más que autoridad, respeto

María Isabel Pérez considera que, más que autoridad, lo que hay que recuperar es el respeto al profesorado, desde la propia administración hasta los estudiantes. Algo distinto, apunta, es cómo conseguir ese respeto que permita al profesorado sentirse respaldado. Señala que la profesión está muy denostada y todo el mundo opina en cómo se deben llevar a cabo las prácticas pedagógicas: «Es un poco complicado».

Por su parte, Fariña señala que el respeto es «importantísimo» y recuerda que eso es algo que se forma en los hogares. Indica que los profesores tienen que lidiar con muchas situaciones que se dan entre el alumnado, lo cual hace la cuestión más complicada.

Formación en una sociedad cambiante

Asimismo, ambos coinciden en la necesidad de formación continua por parte del profesorado. Para Pérez, el profesorado tiene que tener capacidad de adaptarse a los tiempos, con una formación continua y práctica. Asimismo,entiende que también las familias deben formarse, como se está viendo con el uso de los dispositivos y las redes sociales. Afirma que su experiencia es que, muchas veces, las familias no participan en los distintos cursos que se les ofrecen. 

Por su parte, Fariña considera que la formación es un pilar «importantísimo» para la función que ejerce el profesorado, que siempre se realiza en situaciones de sociedades cambiantes y que requieren que el cuerpo de profesores sea capaz de entender los nuevos retos y necesidades.