Bernardino Santana, adjunto a la presidencia de Fedeport y consejero de Boluda y Suárez, Javier Climent, CEO de Boluda y director corporativo de Boluda & Suárez en Canarias y miembro del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, y Maximiliano Díaz, presidente de los Estibadores de Las Palmas, debaten sobre los futuros retos del sector.
El futuro del Puerto de Las Palmas pasa por seguir prestando los servicios que demandan la importante cantidad de buques que lo visitan cada año, pero también respondiendo a los grandes retos de los próximos años, entre los cuales destaca el desarrollo de la eólica marina: «O competimos o morimos».
En esto coinciden Bernardino Santana, adjunto a la presidencia de Fedeport y consejero de Boluda y Suárez, Javier Climent, CEO de Boluda y director corporativo de Boluda & Suárez en Canarias y miembro del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, y Maximiliano Díaz, presidente de los Estibadores de Las Palmas, debaten sobre los futuros retos del sector.
El ejercicio 2024
Bernardino Santana señala que la situación en el Mar Rojo está distorsionando los resultados de la actividad portuaria, ya que no está permitiendo que se note el impacto de las tasas europeas a las emisiones. Entiende que hasta que no sea posible separar ambos factores no se podrá contar con una evaluación precisa. En cualquier caso, llama a aprovechar el momento presente para «prepararnos bien» contra una directiva europea «que va en contra de todos los puertos europeos».
Javier Climent coincide en que el año ha estado marcado por el conflicto del Mar Rojo, con la llegada de buques «que hacía años que no veíamos», pero recuerda que se trata de una cuestión coyuntural «que no se puede tomar como referencia» y que impide hacer un análisis del impacto que tendrá la tasa de emisiones en el futuro.
Por su parte, Maximiliano Díaz se muestra satisfecho de que, sean cuales sean las circunstancias, el puerto de Las Palmas «siga siendo fuerte». Indica que compañías como la Mediterranean Shipping Company (MCC) han optado por buscar más suelo en el puerto e incrementar su maquinaria: «O competimos o morimos».
La gestión de Beatriz Calzada
Sobre la gestión de Beatriz Calzada al frente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Santana indica que «ya era el momento de que una mujer lidere un sector tan masculinizado». Considera su nombramiento como un acierto y se muestra «gratamente sorprendente» de que alguien sin vinculaciones profesionales con el puerto haya sido capaz de adaptarse tan rápidamente: «Se necesita mucha capacidad de diálogo y de negociación».
Climent también ve un acierto en su nombramiento y señala que ha demostrado dotes de gestión, sabiendo resolver los conflictos que se han ido generando entre las grandes empresas por la escasez de recursos. Recalca que ha sido una ayuda que no sea este el momento más conflictivo del puerto y destaca que haya mantenido al director general del puerto en su cargo.
Díaz pone de relieve la buena relación con la presidenta, de la que destaca su gestión y disponibilidad, pero recuerda que el puerto es grande no gracias a sus presidentes, sino a consignatarios «de los que nadie habla», de empresarios que arriesgaron su dinero y de los propios trabajadores.
El futuro: la eólica marina
Todos coinciden en la importancia que, para el puerto, tendrá en los próximos años el desarrollo de la eólica marina, de la que Maximiliano Díaz destaca su potencial para la creación de puestos de trabajo, incluyendo los propios estibadores.
Por su parte, Bernardino Santana señala que, si no hay sorpresas, el grupo Boluda & Suárez podrá contar con suelo para su desarrollo. Indica que llevan trabajando en esta cuestión y apunta que si hay algo que tiene el empresario canario es «capacidad de adaptarse y de traspasar responsabilidad a una nueva generación», por lo que augura muchos éxitos con la eólica marina, un revulsivo como en su momento lo supuso el oil & gas.
Javier Climent indica que todas las instituciones están interesadas en el desarrollo de este proyecto en el que Canarias tiene que ser el referente a nivel nacional. Entiende que Boluda & Suárez ha hecho una apuesta muy fuerte y, a día de hoy, está en condiciones de prestar todos los servicios necesarios. Está convencido de que se van a crear muchos puestos de trabajo con una tecnología que ya está en marcha en muchos otros puertos. Lamenta que España haya estado en el «vagón trasero» del desarrollo.
La introducción del gas en el puerto
Sobre la instalación de una planta de gas en el puerto de la Luz, Bernardino Santana recuerda que actualmente se está quemando fuel, una sustancia altamente contaminante. Apunta que el gas es una alternativa que ya usan los países más avanzados para reducir las emisiones y entiende que si se quiere mantener la sostenibilidad, habrá que adoptar un modelo de mix energético.
Considera legítimo que haya distintas posiciones, pero apunta que lo que no puede pasar es la paralización de todos los proyectos, máxime cuando todo el sector portuario tiene «absolutamente claro» que el camino es aminorar todos los impactos medioambientales, «pero avanzar».
En este contexto, hace una reflexión sobre la distinción entre el ámbito empresarial y el político. Afirma que el sector público olvida a veces que muchas de las informaciones que se generan en las islas son leídas con atención fuera del país, y que los mensajes negativos llegan a los operadores internacionales, «que los ven mal porque van buscando estabilidad y seguridad». recuerda que cuando la ciudad y el puerto han estado coordinados «nos ha ido mejor a todos».
Javier Climent coincide en que en todas partes se está viendo la adopción de nuevas tecnologías energéticas, lo que supone un cambio de modelo que va a ser inevitable adoptar. Teme que otros países se adelanten en el desarrollo y considera al gas una energía limpia sobre la que es optimista en su adopción.
Al igual que Santana, no entiende el conflicto a propósito de esta planta de gas cuando ni siquiera estamos en periodo electoral. Afirma que estos problemas «no ayudan», porque las personas de fuera de las islas no los entienden. Por ese motivo, espera que no vayan a más.
Los retos de futuro
Todos coinciden en que la falta de suelo es uno de los grandes retos de futuro del Puerto de Las Palmas. Santana señala que llevan cinco o seis años alertando de la falta de líneas de atraque y de suelo adyacente y, por este motivo, entiende que se tenía que haber invertido y reordenado a tiempo el suelo portuario.
Entiende que el otro gran problema es el de la formación, porque los modelos operativos han cambiado mucho, así como por la introducción de sectores como la eólica marina. Señala que las empresas del sector llevan años insistiendo y trabajando en la formación.
Por su parte, Javier Climent entiende que la solución a la falta de líneas de atraque no puede ser rápida, pero considera que se puede avanzar en la reordenación del mismo para sacar mayor partido de las líneas infrautilizadas.
Recalca que uno de los problemas de futuro será el impacto de la tasa europea a las emisiones, que acabará trasladándose a los consumidores. Asimismo, considera necesario seguir avanzando en la identificación y cualificación de la mano de obra, observando la evolución de la inteligencia artificial.
Maximiliano Díaz indica que, actualmente, la estiba vive un momento de tranquilidad porque entiende que «hay futuro», como lo demuestra el desarrollo de la eólica marina y el incremento del tráfico interinsular y con la península.
Señala que, en el próximo año se observará una importante renovación de la plantilla, debido al alto número de jubilaciones y, además, se producirá la incorporación de muchas mujeres, tras más de veinte años en la que no ha entrado ninguna.