→ «Primero soy grancanario, y después todo lo demás» → «Lo de la campaña con el robo del pijama lo superé con paciencia y humildad» → «El nombramiento de Soria me costó un disgusto con Pepa Luzardo»
A sus ochenta años de edad, José Miguel Bravo de Laguna ha decidido poner el punto final a su extensa vida política, que comenzó en los primeros compases de la democracia española. Desde entonces ha sido diputado por UCD, primero, y por el Partido Liberal-Partido Popular, después, incluyendo su presencia en las Cortes Constituyentes de 1977, vicepresidente cuarto del Congreso de los Diputados, diputado regional de Canarias, presidente del Parlamento de Canarias, presidente del Cabildo de Gran Canaria y alcalde de Santa Brígida.
Un «disgusto» con Pepa Luzardo
Asimismo, entre 1991 y 1999, fue presidente del Partido Popular de Canarias, siendo sustituido por José Manuel Soria. Bravo de Laguna señala que, cuando descubrió a Soria, era una persona «brillante» y su propuesta como candidato a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria le supuso «un disgusto» con Pepa Luzardo. Entiende que aquella fue una buena decisión, como lo demostró la mayoría absoluta, y que Soria fue un buen alcalde. Prefiere «pasar por alto» las diferencias que, posteriormente, tuvo con Soria.
Primero, «grancanario»
Se declara, primero, «grancanario» y, a continuación, «canario, español y europeo». Señala que se le ha criticado, entre otras muchas cosas, que el Parlamento de Canarias tenga su sede en la isla de Tenerife, o la existencia de la denominada triple paridad, que acentúa la representación de las islas menores.
«Paciencia y humildad»
Recuerda el incidente por la publicación de diversas noticias sobre el supuesto robo de un pijama en un centro comercial londinense y señala que superó aquella tormenta con «paciencia y humildad».
«No sentarme a ver televisión»
Afirma que ahora se dedicará a «ordenar papeles» y a retomar algunos de sus hobbies. Señala que tiene algunas ideas sobre la posibilidad de escribir algún libro: «Quiero estar lo más activo posible y no sentarme a ver la televisión».