Tras quince años visitando África y ocho años viviendo en el continente, el periodista canario Pepe Naranjo cree llegado el momento de hacer "un acto de justicia" con la vida cotidiana de los habitantes de su lugar de acogida. Este es el impulso que motiva su último libro, "El río que desafía el desierto", un trabajo que aborda con "especial cariño" por poder poner en el la atención sobre "los intersticios la vida cotidiana de muchísima gente".
El fino tejido con el que se hace la vida
Se trata de historias que tienen que ver "con el fino tejido con el que se hace la vida, la parte que menos aparece en los medios". Más allá de las noticias sobre las epidemias, las guerras y las violaciones de derechos, el libro recoge historias de vida que permitirán a los lectores empatizar "con esa lucha por salir adelante, algo en lo que somos absolutamente iguales".
Mientras haya pobreza
Sobre las corrientes migratorias, señala que no se van a interrumpir mientras no cambien las condiciones de partida, "mientras haya pobreza y no haya futuro". Considera que somos nosotros los que tenemos que cambiar la perspectiva, pues entiende que la llegada de inmigrantes es beneficioso "para las dos orillas, porque supone un aporte de gente joven". Señala que estableciendo sistema policiales lo hemos convertido en un "drama".
Ni izquierdas ni derechas
Considera que ha existido un desinterés histórico por África, que ha sido vista como el lugar oscuro desde el que venían "todos los males". A este respecto, no observa diferencias entre derechas e izquierdas en políticas migratorias, pues es, más bien, una cuestión "de una sociedad que está cambiando y esta obligando a que los responsables políticos miren a África".
Reconoce que, durante su estancia en África, ha pasado miedo en algunas ocasiones , como durante la guerra de Mali o la epidemia de ébola, pero afirma que puede lidiar con esas situaciones aplicando "sentido común" y midiendo los riesgos.