Óscar Lorenzo, psicólogo del centro Aluesa, denuncia la normalización de la proliferación de establecimientos y los obstáculos para sancionarlos.
El pasado 29 de octubre se celebró en toda España el Día sin Apuesta, un momento para combatir la proliferación de las casas de apuestas y, sobre todo, las adicciones que crean entre personas cada vez más jóvenes. Así, en un informe publicado por Aluesa se señala que en los últimos años se ha triplicado el número de menores adictos al juego en Canarias. Esto se debe a que la liberalización de las apuestas en 2011 comenzó a hacerse efectiva en 2013 y entonces comenzaron a recibir pacientes de menos de 30 años, "lo cual era llamativo". Pero ahora atienden a menores de edad. Sin embargo, la media está entre los 25 y 35 años.
Lorenzo reconoce los escasos resultados de las denuncias, motivo por el que han hecho un proyecto de recogido de firmas para que se regule la implantación de los locales y que la policía pueda penalizarlas en caso de incumplimeinto. Denuncia la simbiosis entre salones recreativos y casas de apuesta, lo que permite que los jóvenes encuentren muy accesible la apuesta.