El presidente, Carlos Bethencourt, destaca la "absoluta predisposición" del Gobierno canario para colaborar en el desarrollo del entorno comercial, de ocio y alojativo.
La zona comercial abierta de Triana ha llevado a cabo una profunda renovación en tan solo una década, pues, siguiendo el lema de "renovarse o morir", ha tenido que transformarse en poco tiempo desde un modelo "clasicón" en un espacio "dinámico y abierto", con oferta gastronómica y de alojamiento "bastante potente" que complementa el comercio, señala el presidente de la asociación, Carlos Bethencourt.
Este dinamismo ha sido posible gracias a la "absoluta predisposición para colaborar" del Gobierno canario, que ha hecho posible que la administración vaya de la mano con los comerciantes.
El problema del aparcamiento
Sin embargo, el desarrollo de la zona choca con el problema con el encarecimiento de los aparcamientos, algo que es preciso combatir porque si bien es posible realizar pequeñas compras con vehículos de movilidad personal, no todas se pueden hacer así: "Tenemos que intentar facilitar el acceso a la zona". Afirma que el precio de los aparcamientos responden a "la oferta y demanda", pero confía en que las 450 nuevas plazas de San Bernardo puedan hacer bajar los precios, en especial si, merced a la colaboración con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, se puede obtener la mejor tarifa posible para los que consumen en la zona.