Es una de las conclusiones preliminares de un estudio internacional sobre consecuencias psicosociales en el que ha participado la ULPGC.
Estos datos se extraen del estudio PSY-COVID en el que han participado unas 30 universidades de 15 países con la finaliad de conocer los efectos psicosociales de la pandemia de Covid-19, y mejorar la prevención del contagio del coronavirus. Para el informe, en el que ha participado la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ULPGC, se ha facilitado un cuestionario anónimo que ya han respondido 15.000 personas a nivel mundial, diez mil de ellas en España, según comenta el responsable del estudio en la universidad canaria Daniel López Fernández, profesor asociado del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas
El objetivo es crear una gran base de datos sobre los efectos psicológicos y el comportamiento de las personas durante la pandemia que esté a disposición de la comunidad científica y de las autoridades sanitarias para facilitar la investigación que permita preparar a la población ante futuras crisis sanitarias.
Y entre las conclusiones preliminares del estudio, que todavía no ha concluido, Daniel López destaca ese porcentaje del 37 por ciento de los consultados a nivel nacional que presentó síntomas de ansiedad y depresión durante la cuarentena, unos efectos que fueron mayores en las mujeres que en los hombres.
Menciona también Daniel López las diferencias por género en cuanto a las consecuencias psicosociales por el confinamiento, “las mujeres empeoraron el sueño y la alimentación, mientras que los hombres lo hacían en cuanto a actividad física y relaciones sociales”. Como conclusión general que se puede extraer, dice el responsable de este proyecto en la ULPGC, es la necesidad de “facilitar información precoz parra que la adaptación no sea tan brusca”, sobre todo de cara a nuevas crisis sanitarias.