Modificar el entorno y estimular el esfuerzo, retos para promocionar la salud pública

La psicóloga, Mayra Mayor; la nutricionista, Laura Torrellas; el jefe de servicio de Promoción de la Salud del Gobierno de Canarias, Benito Robayna; y el preparador físico, Carlos Miguel Cáceres, debaten sobre los desafíos para el bienestar personal.

Mayra Mayor, psicóloga especializada en trastornos de la conducta alimentaria y obesidad, señala que nuestro entorno ofrece muchas dificultades para tener hábitos saludables, por los horarios laborales que favorecen el sedentarismo y la obesidad, el estrés, los medios de comunicación que envían "mensajes para que comamos" y la publicidad engañosa. Asegura que hay personas que no tienen conciencia de ser obesas, "porque es una cuestión psicológica".

Laura Torrellas, secretaria del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de Canarias, afirma que vivimos en una sociedad obesogénica que atribuye cualidades erróneas a los alimentos y transmite conocimientos falsos: "No se genera interés por los potajes ni por las verduras, sino por las galletas o los potitos con enormes cantidades de azúcar". Señala que las personas saben lo que deben hacer y no lo hacen, por lo que "tal vez debemos cambiar la forma de decirlo". Recuerda que el saber es necesario para el cambio, "pero no es suficiente".

Benito Robayna, jefe de servicio de Promoción de la Salud del Gobierno de Canarias, puntualiza que la sociedad vende la enfermedad, "la salud se ha convertido en un producto de consumo y hay que recatarla como valor". Afirma que hay que volver al concepto de salud como sinónimo de bienestar: "Prescribir menos y motivar más a través de las propias inquietudes de los individuos".

Carlos Miguel Cáceres, asesor del Colegio oficial de Educación Física de Canarias, matiza que que es preciso enfatizar la responsabilidad de la persona sobre su propia salud: "Creo que ahí es donde estamos fallando". Recuerda que Canarias tiene los más altos niveles de sedentarismo, por lo que "vivir en Canarias es un factor de riesgo". Asegura que las estrategias no han funcionado, "porque hemos olvidado a quién va dirigida, tenemos que cambiar a los niños para que estos cambien a sus familias".

Cultura del esfuerzo

Para Torrellas, las personas suelen acudir a  las consultas buscando "algo rápido y milagroso", porque no entienden que "lo que rápido viene, rápido se va". Afirma que es necesaria la motivación frecuente de los pacientes. Mayor también apunta a la "cultura de la inmediatez" y hacia la intolerancia a la frustración: "Aprender es un proceso y conlleva tiempo". Cáceres señala que no hay la misma resistencia al fracaso que antaño, "algo sobre lo que hay que reflexionar". Finalmente, Robayna apunta a "romper muchos conceptos", como que el esfuerzo es igual a sufrimiento: "Hay una parte del esfuerzo que es disfrutable en cuanto supone un reto. Hay que encontrar el gusto por la vida".