La doctora Lucía Guillén enfatiza que no solo hay que atender las enfermedades, sino también a las personas que las sufren.
El plan de Humanización de Hospitales San Roque consiste en recordar que las enfermedades las sufren personas que requieren de un trato amable. Por ese motivo se ha creado un comité para asegurar la mejor atención y que implica a muchos departamentos y a todo el personal. Se han detectado siete puntos críticos en otras tantas líneas estratégicas: "El objetivo primordial es que el paciente sea bien tratado y que sienta que no está en un medio hostil. Los médicos no solo somos técnicos, sino también personas".
Así, en Urgencias se ha establecido un protocolo de hospitalización preferente para personas particularmente frágiles, y se han tomado medidas para asegurar la intimidad del paciente. En la UCI se han puesto vinilos con paisajes para que los pacientes no tengan que ver siempre una pared. En hospitalización se han tomado medidas para el control de calidad del sueño nocturno.
Además, se han orientado a mitigar el síndrome confusional del anciano, que acontece cuando las personas mayores pasan mucho tiempo en un hospital y pierden el ritmo de vigilia y sueño: "Es tan sencillo como poner un reloj con calendario".
"Muchas veces se sabe lo que se tiene que hacer", afirma la doctora Guillén, "son cosas fáciles, pero a veces nos centramos en priorizar el curar la enfermedad" y se descuidan algunos detalles que si bien no afectan a la salud del paciente, mejorarían su comodidad.