David Hernández, investigador del grupo entomológico, señala que, no obstante, se está trabajando ya en la erradicación por medio de cebos.
La presencia de las termitas subterráneas que afectan a varios municipios de Tenerife se conocen desde el año 2010, "pero algunos vecinos afirman que desde 2004". Los focos principales se hallan en Tacoronte y La Laguna, con una presencia menor en Arona. Hernández considera que, si ya estaban en la isla desde 2004, "habría que investigar en otros municipios, donde hay algunas sospechas". Es complicado saber el nivel de afectación, "la idea es que entre tres y seis meses se puedan tener datos más concretos".
El experto considera que siempre hay un riesgo de que afecten al patrimonio histórico de La Laguna: "No conviene alarmar, pero sí alertar para actuar poniendo todos los esfuerzos".
El sistema más eficaz para combatirlas es el de las trampas, a través de una estructura cilíndrica que se pone en el suelo con un trozo de madera como cebo: "Se lo comen y transmiten al resto de los miembros en la colonia un inhibidor de crecimiento que afecta a la extensión de la plaga". Este sistema parece ser el más beneficioso para el medio ambiente.