Un libro denuncia el monopolio del “discurso hegemónico” en la gestión del patrimonio canario

José Farrujia, doctor en Historia y profesor de la ULL, considera que Canarias ha dado la espalda a África por la "herencia colonial" en la investigación.

'Identidad canaria. Escritos en torno al patrimonio cultural y la divulgación del pasado' recoge artículos publicados entre los años 2015 y 2018 y cuyo hilo conductor no es solo la divulgación de una forma "muy básica" el patrimonio canario, sino también la denuncia de "las malas formas de gestionar el patrimonio que lo ponen en riesgo".

Farrujia señala que está sobradamente demostrado que la visión que se difunde sobre el patrimonio tiene mucho que ver con el discurso hegemónico: "Nuestra realidad arqueológica es africana, estamos en los márgenes de Europa, esto ha influido sobre la forma de mirar nuestro patrimonio, mirando más a Europa y dando la espalda a África. Hay una clara herencia colonial en la investigación".

Recuerda que se trata de un discurso nacido en el siglo XV y creado por personas externas a las Islas, "ajenos al mundo indígena canario, que reinventa un mundo sin llegar a comprender lo que difundían". Así, el resultado es que en el catálogo de bienes de interés cultural (BIC) de la Comunidad canaria es "abrumadora" la cantidad de bienes coloniales, mientras que los bienes indígenas están infrarepresentados: "Se patrimonializan unos bienes en función del poder".

Considera que esto afecta menos a la isla de Gran Canaria, donde hay una mayor experiencia en la gestión patrimonial por la presencia del Museo Canario. Además, desde hace más de una década el Cabildo "viene poniendo en valor su patrimonio, con una visión más amplia, algo que no se ha hecho en otras islas, donde predomina, además, una visión más conservadora".

Señala que los proyectos se financian en función de "intereses y afinidades políticas" destacando aquellos de gran monumentalidad, pero "a veces unas semillas no son muy vistosas, pero al investigador le aportan muchísima información".

La identidad del olvido

Farrujia señala que el olvido es una forma de hacer identidad, pues "solo se pone en valor lo que se recupera". Así, lamenta que en la educación haya "un vacío desolador respecto de los contenidos canarios, que en la educación básica son anecdóticos o inexistentes". Señala que una educación apropiada debería partir de lo que nos rodea y acercarnos al mundo desde allí.

Afirma que, de forma especial, no se está protegiendo el patrimonio campesino: "Son espacios alejados que no solemos visitar y que no forman parte de los monumentos de las élites históricas y por eso hoy sufrimos una transformación de esos espacios sin respetar su historia". Otro problema es que, a su juicio, "estamos convirtiendo el patrimonio en un producto turístico, perdiendo su significado y convirtiéndose en un souvenir".