El concejal de Turismo, Pedro Quevedo, señala el interés de la ciudad por competir para volver a ser escala en las dos próximas ediciones.
Las Palmas de Gran Canaria recibe por segunda vez consecutiva la regata trasatlántica en solitario, Mini-Transat. La prueba, con los barcos oceánicos más pequeños del mundo, partirá del puerto francés de La Rochelle el próximo 22 de septiembre con 84 veleros. Los veleros saldrán de la ciudad francesa de La Rochelle, el 22 de septiembre, unos días después comenzarán a llegar a la capital grancanaria donde permanecerán hasta el 2 de noviembre, fecha de salida de la segunda parte de la travesía que tendrá su meta en la Le Marin en la isla de Martinica, en El Caribe.
El concejal de Turismo recuerda que la elección de Las Palmas de Gran Canaria como escala de la Minitransat ha sido consecuencia del esfuerzo interinstitucional y la colaboración que en los últimos años la ciudad ha ido estrechando con la Rochelle, uno de los principales destinos náuticos de Europa. Quevedo destaca que para el deporte de la vela en Europa esta regata es todo un acontecimiento porque es la regata por excelencia y una "auténtica aventura".
Sinergias "muy potentes"
Quevedo señala que esta participación permite establecer sinergias "muy potentes" con el puerto de La Rochelle, que se destaca como un enclave especializado en el sector de los veleros y en la reparación y mantenimiento de este tipo de embarcaciones: "Nos interesa asociarnos con ello y poner a la ciudada en el mapa como destino náutico".
En este sentido, la celebración de la Mini-Transat en 2017 supuso para la Las Palmas de Gran Canaria la creación de los nuevos pantalanes, para 157 atraques, en el muelle de la Vela Latina y un retorno de 1.216.541 euros por los 600.000 euros invertidos por las diferentes instituciones en la ciudad.
Quevedo adelantó que la ciudad está trabajando ya con La Rochelle para presentarse de nuevo como candidatura conjunta de cara a las regatas de 2021 y 2023.