La “la fatiga de género”, un obstáculo para la incorporación de la mujer a las TIC

Ana González Ramos, doctora en Sociología, explica que las mujeres no son "tecnofóbicas" pero encuentran muchos obstáculos en el campo de las nuevas tecnologías.

González Ramos ha participado en un estudio durante los últimos cuatro años sobre la incorporación de la mujer a los sectores tecnológicos. Considera que existen muchos estereotipos que dificultan el acceso de la mujer a esos espacios, como "que es un mundo de hombres o que es muy difícil". Afirma que el estudio se orienta a dar un mensaje a las mujeres de que, la realidad, no es así: "Es falsa la idea de que las mujeres somos tecnofóbicas". A este respecto, señala que las mujeres son sistemáticas y cuidadosas, valores que se aprecian en el sector tecnológico, como ha quedado patente en otras épocas, "como durante las guerra mundiales, cuando fueron muy valoradas y pudieron acceder a ese tipo de trabajos".

El estudio se dirigió a investigar qué pasaba en las empresas pequeñas y medianas, "no aquellas grandes que tienen programas para integrar a las mujeres". Señala que en los cuestionarios, las empresas afirmaban que las mujeres estaban integradas, "pero lo cierto es que las mujeres no llegaban a puestos de responsabilidad. Las propias empresas no eran muchas veces conscientes". Así, apunta que los elementos de disuasión tienen que ver "con cosas que pasan día a día", algo que denomina "la fatiga de género", y que se define por aquellos pequeños acontecimientos como "un acoso, un mal comentario, etc." Considera que  el problema es que estos acontecimientos envían mensajes a las mujeres de que no van a tener apoyo en sus carreras: "Las mujeres creen que es algo que solo les ha pasado a ellas, no que es un problema de género".

Salvar este obstáculo pasa por "hacer conscientes a las mujeres de que se trata de una cuestión social". Asimismo, llama a que las mujeres no se "amilanen ante las dificultades": "Debemos trabajar duro, que es lo que solemos hacer. Apostar por nuestras ideas, sin miedo, y establecer redes de mujeres, como los lobby de toda la vida, grupos que pongan de relieve el valor de las mujeres". A las empresas les pide que "apuesten por las mujeres".