El descubrimiento de un yacimiento en aguas canarias ha despertado el interés por este semimetal escaso y de difícil explotación
“El telurio es lo que antes se llamaba un metaloide y, hoy, se considera un semimetal”, ha explicado en El Espejo Canario el ingeniero Antonio Luis Medina, aclarando grosso modo que “a diferencia de los no metales, los metales son buenos conductores de calor y electricidad”. En medio, se encuentran los semimetales, con propiedades de unos y otros.
“La gran aplicación de estos, entre los que se encuentran otros más conocidos como el boro y el silicio, está en la industria electrónica”, continuó Medina, “y el telurio se usa en la fabricación de placas solares, de CDs y DVDs o en cerámica industrial”. Su importancia se debe, en gran parte, a su escasez porque se trata “de una anomalía geológica” que presenta grandes dificultades para su obtención y explotación.
Además de las miles que ya tiene, “el carácter aleable del telurio”, concluyó el ingeniero, le augura numerosas aplicaciones más “que están aún por descubrir”.