El veterinario del Cabildo de Gran Canaria Pascual Calabuig denunció este jueves el "boicot" de determinadas personas cercanas al Gobierno canario y otras instituciones para proteger al pinzón azul de Gran Canaria.
Calabuig denunció "hechos gravísimos" por parte de la Oficina de Biodiversidad del Gobierno canario. A su juicio, el problema comenzó cuando la oficina de Biodiversidad concluyó, en un estudio con fondos europeos, que el pinzón azul no se podía reproducir en cautividad. "Lo que les ha molestado es que nosotros hayamos demostrado que sí se puede", como lo demuestran los más de 50 pinzones azules que hoy viven en la cumbre de Gran Canaria. Tampoco ha sido mucho mejor la actuación de determinados consjeros del Cabildo de Gran Canaria, como es el caso de la consejera María del Mar Arévalo "que fue un desastre para el pinzón azul, llegándo a decirnos que ya no le interesaba el tema".
El veterinario recuerda que "hasta ahora nadie ha podido refutar mis acusaciones de que se ha tratado de un boicot duro y puro, y eso son palabras mayores. He denunciado malversación, falseamientos, etc. y nadie lo ha desmentido". Entre esas denuncias se encuentra "las amenazas a personas que querían sumarse a nuestro equipo" o el denegar permisos para hacer las sueltas de los animales, etc.
Dicho boicot se sigue manteniendo al día de hoy mediante la obstaculización de la resposición de las parejas que son lo que favorecen la reproducción de esta especie. Y eso que actualmente se recibe dinero de los programas Life para llevar a cabo este proyecto. "Lo que se está haciendo es una ilegalidad, vístanlo como lo vístanlo".