La directora del Instituto Canario de Igualdad, Claudina Morales, afirma que es necesario que los hombres se impliquen en la lucha contra la violencia de género, un problema que motivó 14.000 llamadas al 112 durante 2016.
Para Morales, “cada vez hay una mayor implicación de la sociedad contra la violencia de las mujeres”, así, en la campaña que ha puesto en marcha el Gobierno de Canarias, la sociedad “se ha volcado” porque “contra la violencia hay que posicionarse”.
En la campaña unos hombres se dirigen a otros hombres, porque Morales valora “la necesidad del hombre de implicarse en esta transformación, por eso nuestra campaña va dirigida a chicos jóvenes que se dirigen a otros chicos jóvenes, intentando cambiar una mentalidad en la que se reproducen estructuras machistas, de control y de violencia”. Según los últimos datos en un estudio a nivel nacional que citó, “uno de cada cuatro jóvenes normalizaban de alguna manera la violencia”.
Entendió las críticas por el uso del posesivo “mi” en la campaña al referirse a “mi chica”, pero recordó que el “mi” sirve también “para establecer relaciones”: “Lo reflexionamos, pero no encontramos otra fórmula de establecer un vínculo con la persona”. La campaña pretende también “educar a los hombres en nuevas masculinidades, en nuevos conceptos”.
Afirma que en la administración pública los sueldos son parejos entre hombres y mujeres, “pero no hay legislación que lo exija en el sector privado”. A su juicio, “hay que trabajar en las dos líneas: a igual trabajo, igual salario; y también en que las mujeres ocupen los puestos de responsabilidad”. Así, citó como ejemplo que en España haya solo dos rectoras: “Hay que mejorar muchas cosas”.
Valoró positivamente la reacción de la sociedad durante el juicio a La Manada en el momento en que el juez admitió como pruebas videos de la mujer posteriores a la violación, pero no los mensajes previos de los hombres: “la reacción de la sociedad fue brutal. Esto me parece positivo, porque se ha ido tomando conciencia de lo que esto significaba para la víctima de una violación”.
Compara las agresiones a las mujeres con el terrorismo: “A nadie se le ocurría decir que un asesino de ETA era un buen chico, que se volvió loco, se trataba como una cuestión política. Lo mismo debe hacerse aquí”. Asimismo, recuerda que el terrorismo siempre fue uno de los temas que más preocupaban a los españoles, según las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas, “pero la violencia de género no aparece, y esto en sí mismo es preocupante”.