El presidente de Fepeco, Óscar Izquierdo, pide un “desequilibrio positivo” para afrontar las obras pendientes en las carreteras de Tenerife. Se trata, afirma, de un caso de “justicia redistributiva del territorio”.
El presidente de la patronal de la industria de la construcción en la Provincia de Santa Cruz de Tenerife afirma no querer alimentar “ninguna polémica, porque son debates estériles”, pero, a su juicio, es preciso afrontar los problemas de la carretera de la isla: “Llevo 25 años en Fepeco y son 25 años reivindicando infraestructuras básicas, en este caso las carreteras”.
A su juicio, es preciso evitar todo “insularismo” porque es necesario “salir adelante todas las islas juntas”. En este sentido, recuerda que en el año 1994 la obra prioritaria era la de la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria. En esa misma época, señala, se puso de manifiesto la necesidad de las obras en la TF-5: “La pregunta del millón es por qué no se ha hecho. Veintitrés años después, la circunvalación [de Gran Canaria] está en la última fase y en la TF-5 apenas se ha hecho algún asfaltado”. Indica que en aquel tiempo ni siquiera “se hablaba de la carretera de La Aldea, que ya tiene su primer tramo hecho”.
Ahora, “no se trata de buscar culpables ni enemigos”, sino de “solucionar el problema” por la vía de un “desequilibrio positivo”. Este desequilibrio no sería tanto una cuestión de dinero como de medios humanos: “La Consejería de Obras Públicas es la que tiene que hacer los proyectos, no el Cabildo, pero en la Consejería no ha habido tasa de reposición de los técnicos que se han jubilado. La Consejería tiene una deficiencia de personal muy importante”.
Para el empresario, las prioridades de la isla “son muy claras”: “vertebrar las tres zonas de la isla. La zona metropolitana es la única de España que no tiene una vía de circunvalación. Tenemos que unir el Norte con el Sur sin pasar por Santa Cruz y La laguna”. Apunta que “no se entiende que una ciudad patrimonio de la humanidad, como La Laguna, esté atravesada por una autopista”. Considera que esta obra repercutirá en la productividad, la comodidad y el desarrollo turístico: “El trabajo está en el sur de Tenerife y el desempleo en el norte. Con estas obras estaremos contribuyendo a la productividad y a la comodidad de las personas, pero también a atraer turismo hacia el norte de la isla”.
Motor del crecimiento económico
Otro de los motores del crecimiento económico debe venir de la mano de la construcción, particularmente de vivienda nueva: “los bancos quieren volver a dar financiación para hipotecas, pero de una manera más dura que antes. Todos los estudios demuestran que en Canarias hay una preocupación por la vivienda y la demanda no ha desaparecido. Estamos en una lenta recuperación”.
En el sector de la construcción trabajan en Canarias unas 40.000 personas. En los próximos años es preciso incrementar esta cantidad en 18.000 más “hasta llegar a las 60.000 o 65.000 personas. Son datos muy normales para que el sector vuelva a ser locomotora del crecimiento”.
Uno de los obstáculos a este crecimiento lo representa la economía sumergida. Se trata, dice, de un “tema de concienciación ciudadana. Mientras no tengamos esa conciencia no vamos a conseguir nada”. En su opinión, quien trabaja en la economía sumergida es “una persona insolidaria que nos puede meter en un follón por ahorrarnos unos pocos euros”.