Basilio Valladares, director del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de la Universidad de La Laguna, nos cuenta las novedades en la lucha contra este insecto, vector de transmisión de dengue, zika o fiebre amarilla.
Para Valladares, el trabajo que se ha realizado en los últimos meses se orienta a averiguar si ha habido algún desplazamiento de estos insectos fuera de la urbanización Las Granadas, en Puerto del Rosario, “y se estuvieran reproduciéndose en otro lugar”. Asegura que, por tal motivo, han intensificado la vigilancia en todas las islas.
Estima de gran ayuda la colaboración de personal externo al instituto en un caso como este, que permite reforzar una plantilla justa para casos excepcionales. Así, primero colaboraron los inspectores de Salud Pública “de manera gratuita” y, posteriormente, se ha incorporado personal del Cabildo de Fuerteventura y del Ayuntamiento de Puerto del Rosario.
Valladares señala que se han fumigado todas las viviendas de la urbanización. Los últimos resultados de las investigaciones demuestran que “no se ha encontrado ningún adulto, ni larvas, ni huevos, ni ha habido picaduras” desde mediados de diciembre. No obstante, recuerda que la Organización Mundial de la Salud exige un mínimo de 18 meses sin este tipo de sucesos, por lo que “queda tiempo, pero se está haciendo un esfuerzo para que no aparezca nada”.
Afirma que en los insectos adultos que han sido analizados no hay presencia de virus. Y para corroborarlo se han enviado a la Universidad Carlos III de Madrid, donde la máxima especialista en la cuestión ha confirmado los resultados negativos.
Resalta la colaboración ciudadana “ejemplar” consistente en informar de picaduras de mosquitos, para que puedan ser analizadas, así como de ofrecer pistas que permitan averiguar cómo se introdujeron los mosquitos en la isla. Señala que las hipótesis es que provienen de Madeira o Sudamérica y que se introdujeron en forma de huevos en algunas plantas exóticas: “Uno de los múltiples errores que cometemos los canarios de traernos una planta” del exterior sin pasar por los preceptivos controles.
Aparte de esta campaña contra el Aedes aegypti, el instituto trabaja en distintas líneas, particularmente en las enfermedades transmitidas a los humanos por otros animales. Afirma que han encontrado algunos patógenos que no existían en Canarias, aunque todas las enfermedades que transmiten disponen de terapias. Desmiente que sea una “leyenda urbana” la posibilidad de infectarnos por la orina de las ratas depositadas en latas de refrescos o cerveza, algo que considera totalmente posible.