Francis Candil, viceconsejero de Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, afirma que la lista de espera está actualmente en unas 11.000 personas.
Candil señala que en dependencia "tenemos un atraso histórico" que confía en solucionar a corto plazo, para lo que se han tomado ya "decisiones importantes". Una de ellas es involucrar a los cabildos y ayuntamientos en la gestión, porque no es posible que "el Gobierno de Canarias tenga que gestionarlo solo". A este respecto, afirma que ya se han firmado cuarenta convenios con los ayuntamientos para que estos se encarguen de la redacción del primer informe, lo que agilizará "muchísimo" los trámites para recibir las ayudas. Para el viceconsejero, este problema no se soluciona solo con un "plan de choque", sino "descentralizando la gestión".
Plan integral de mayores
No obstante lo que se pueda hacer en dependencia, Candil señala que es necesario una política integral de atención a personas mayores en la que participen todas las instituciones. "Desde que asumimos la responsabilidad hace un año y pico, el equipo de la Consejería tenía claro que el colectivo de personas mayores es el que más atenciones iba a tener que recibir por parte de las instituciones". Esto es así porque, observando la curva poblacional, "es muy llamativo el salto que se va a dar en cuanto a envejecimiento en los próximos quince años". A este respecto, considera preciso "preparar a la sociedad para que los ancianos no vivan solos, para retrasar en lo posible el tema del envejecimiento, estudiando qué atenciones podemos dar para prevenir situaciones que llevan a la dependencia. Se trata de que tengamos una vejez con mejor calidad de vida".
Candil recuerda que la Ley de Dependencia "busca el apoyo a la persona dependiente" con un sistema de ayudas "mejorables" y con el desarrollo de un plan sociosanitario para el que el Gobierno canario está invirtiendo 300 millones, "pero más allá de esto, nos gusta poner el acento en el cambio social necesario". Se trata de un trabajo, afirma, que depende de las instituciones y "también de la sociedad, porque cada vez se demandará mayor atención sanitaria y los hospitales se van a llenar de personas mayores".
Colaboración institucional
Para Candil, afrontar este reto requiere mucha colaboración institucional: "es necesario que los ayuntamientos entren de manera decisiva, porque las ciudades no están preparadas para las personas mayores y debemos hacer ciudades más agradables y menos peligrosas". Así, señala, las concejalías de urbanismo tendrán que tomar medidas "para preparar la ciudad para una población envejecida". Lo mismo sucederá con los transportes públicos, la accesibilidad de los espacios y los equipamientos.
El Gobierno confía en que en el año 2020 se hayan duplicado el número de camas en las residencias para mayores, pero insiste en que "la mentalidad no puede ser que la residencia es la única solución para las personas mayores. Tenemos que buscar fórmulas para que esas personas permanezcan en sus casas".
Menores atendidos por los Cabildos
Candil considera necesario adecuar los convenios con los cabildos en materia de menores: "Se van a poner al día la financiación, las plazas, etc. Esto debe suponer una mejora de las condiciones laborales de las personas que llevan a cabo estas tareas". Asegura que el Gobierno canario no va a permitir que se pague más "y que esto no se traduzca en las condiciones laborales del personal que trabajan para las entidades que lleva a cabo la gestión".