Carmen Hernández, alcaldesa de Telde, asegura que se ha pasado de una deuda en 2015 de 158,6 millones a los 117,3 actuales.
Para las facturas recientes, Telde paga a los proveedores en torno a los 25 días, un promedio que se ve incrementado cuando se consideran todas las deudas acumuladas. Un problema que parte de la existencia de un saldo abultado en la cuenta contable 413 ("Acreedores por operaciones pendientes de aplicar a presupuesto”) que, al comienzo del mandato, alcanzaba los 40 millones de euros. "Es normal que todas las administraciones tengan esta cuenta, pero no es normal que tengan 40 millones", afirma Hernández. Desde entonces, el grupo de gobierno se dedica a depurar esa cuenta escrutando "si son facturas exigibles, si están repetidas o si había sentencias relacionados". Se trata de miles de apuntes que ya están prácticamente chequeados y ahora se procederá a su liquidación, algo que permite el Ministerio de Hacienda.
Jinámar tiene solución
La deuda acumulada por el Ayuntamiento le ha impedido hacer las políticas sociales y municipales que Hernández hubiese deseado. No obstante, han realizado un esfuerzo en torno al populoso barrio de Jinámar, con una inversión de siete millones que se verán incrementados con otros siete antes de finalizar el año. "Llevamos tres años trabajando para transformar esa realidad", afirma la alcaldesa, que recuerda que éste es "un problema igual al de otros barrios vulnerables que existen en toda Canarias, barrios con altas tasas de paro y pobreza". Asegura que estos barrios se concentran en las principales ciudades de las islas y, por tanto, es una responsabilidad del Gobierno de Canarias, del Estado, del Cabildo y del Ayuntamiento. Con Jinámar se realizó un modelo urbanístico "equivocado" que "concentró la pobreza en barrios concretos, y además una pobreza que se cronifica". Recuerda que la pobreza en Canarias "no es producto de la crisis", pues "ya existían cifras alarmantes antes de la crisis". Estima que ese problema no puede abordarse "a golpe de parches" sino "con una estrategia, un plan a diez años invirtiendo dinero de forma integral".
Realojo Ojos de Garza
Sobre el realojo de los vecinos del barrio de Ojos de Garza por la expropiación ante la construcción de la segunda pista operativa del Aeropuerto de Gran Canaria, Hernández afirma que existe "una hoja de ruta clara" que pasar por abrir de forma inminente una oficina para informar a los vecinos sobre el modelo de barrio. "Necesitamos que el 60% de los vecinos diga que quieren el realojo porque así lo exige el convenio". Mientras tantos, los vecinos siguen "en un limbo", pues "no pueden vender sus casas, no pueden hipotecarlas, ni hacer reformas por estar en esa expropiación forzosa".
Caso Faycan
Sobre el caso Faycán, actualmente visto para sentencia, la alcaldesa asegura que no tiene preferencia sobre la culpabilidad o inocencia de los ex alcaldes imputados: "lo que prefiero es que se haga justicia. Que si son culpables, se les condenen; y si son inocentes, pues que se les absuelva". Asegura que lo importante es que "Telde cierre esa etapa negra". A este respecto, recuerda que durante el juicio "ha quedado claro que la corrupción existió y que hubo personas que se beneficiaron" y lamenta que no vaya a haber "lo que mucha gente hubiese deseado: una condena más ejemplarizantes" porque la Fiscalía "ha optado por obtener algo, que al menos reconocieran el delito".
Feminismo
Carmen Hernández se declara "feminista" como respuesta a una "situación histórica de desigualdad" que han sufrido las mujeres. A este respecto, asegura que es "fundamental" que las mujeres gocen de libertad para que elegir su forma de vida, pero "no hemos conseguido una sociedad en la que la integración de la mujer al trabajo suponga una liberación". Entiende que aún "queda mucho camino" y que "estamos muy lejos de la igualdad real y efectiva". Señala que las mujeres no solo sufren techos de cristal, sino también "barrancos de cristal", caso que se da cuando se promueve a una mujer a un puesto "muy difícil" para "que se estampen". Puso como ejemplo a la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, nombrada para gestionar el problema del Brexit.