1.-La Constitución intocable
La Constitución impermeable, como a oscuras, intocable, fue abierta en el verano de 2010 por el PSOE y PP para introducir de prisa y corriendo un compromiso sobre el techo de gasto que nos exigió Bruselas para evitar el rescate de la nación. De modo que lo intocable es tocable, operable e, incluso, transmutable. La razón por la que el PP no se lanza, y por la que el PSOE parece sufrir un cierto furor revolucionario, no es otra que las reclamaciones de los nacionalismos catalán y vasco, donde en este caso, los dos partidos antagónicos, están de acuerdo en lo esencial. Y lo esencial es no abrir el melón ahora.