El senador del PP es partidario de no obligar a la vacunación, pero sí de discriminar a las personas que no lo hagan.
El senador del PP, Antonio Alarcó, considera que la gestión de la pandemia de la covid-19 ha sido “un desastre” y que en ningún momento se ha logrado poner fin a los contagios, porque desde marzo de 2020 ha sido una constante con “una única ola”. Por tanto, entiende que la única estrategia posible es seguir por delante del virus, manteniendo todas las medidas de precaución, como las mascarillas, y seguir con la campaña de vacunación: “Va a estar mucho tiempo con nosotros y se va a quedar dentro del catálogo de enfermedades”.
Apunta como un dato muy preocupante que 300.000 canarios no se hayan vacunado aún: “Es un problemón terrible”. A su juicio, hay que exigir una ley orgánica que permita abordar la gestión política de la pandemia, algo tan importante como “evitar que los botarates perduren en las redes”. Es partidario de no obligar a vacunar a las personas que así no lo deseen, pero no ve mal discriminarla a la hora de acceder a determinados servicios o zonas.
Manuel Domínguez, un candidato adecuado para el PP
En otro orden de cosas, Alarcó considera que Manuel Domínguez es un buen candidato para dirigir al PP de Canarias porque “es joven, tiene votos, gana elecciones y está preparado”. En cualquier caso, considera que en su partido hay la suficiente cantera para que puedan surgir más candidatos. Lo cierto es que, llegado el día de su elección, todo el partido debe estar unido apoyando al que resulte elegido: “Si se decidiera que fuera otra persona, también se apoyaría”.
La vorágine permanente
Sobre la ausencia de su partido en el funeral de la escritora Almudena Grandes, Alarcó lo achaca a la “vorágine permanente” en la que está instalada la vida política y en la que “la unidad de medida es el segundo y las noticias se suceden unas a otras”. Señala que no se trata de una justificación, “sino de que las cosas son así: no podemos absorber todo lo que ocurre”.