El presidente del comité científico para el cambio climático, economía azul y circular del Gobierno de Canarias recuerda que los objetivos medioambientales no conocen de color político.
El presidente del comité científico para el cambio climático, economía azul y circular del Gobierno de Canarias e investigador de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Aridane González, señala que con tan solo dos grados de incremento de la temperatura, la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, estaría al borde de la desaparición.
Las incertidumbre del colapso
Indica que son muchas las incertidumbres en caso de que se produjera un colapso por el cambio climático “porque los ecosistemas tienen un margen de supervivencia que no conocemos”. Lo que es probable es que el planeta cambie de forma fundamental, pues tan solo un grado de incremento en la temperatura haría que Canarias pasara de ser una región subtropical a una región tropical, “lo cual tendrá repercusión sobre todo el ecosistema y, por supuesto, en la economía”: “Por encima de dos grados ya sabemos que muchos ecosistemas colapsarían y se perderían siete metros de la playa de Las Canteras, es decir, casi toda”.
Señala que las actuaciones que hoy se llevan a cabo para combatir el cambio climático no tratan de revertir ese proceso, pues eso no es tán fácil cuando el mismo se ha iniciado hace demasiado tiempo. Lo que se está haciendo, indica, es procurar “adaptarnos con garantías a los cambios que va a haber”.
Un comité más allá del color político
El el comité científico para el cambio climático, economía azul y circular se constituyó en el año 2018, cuando otros partidos conformaban el Gobierno canario, esto no ha sido óbice para su continuidad, pues como señala González, el órgano es independiente del color político del ejecutivo, ya que el problema del cambio climático se tiene que mirar “con una óptica más larga». Esto es así porque el objetivo final “es el mismo para todos”: mejorar la gestión de la energía y producir menos residuos.
Se trata, no obstante, de un reto muy complicado, porque no tiene una solución local, sino que depende de las decisiones internacionales, las cuales no suelen ser vinculantes para los demás. Además, se requiere de la solidaridad con los países y regiones que tienen menos recursos. A este respecto, señala que la Unión Europea ha tomado la iniciativa y solo falta convencer al resto. Asegura que cuando una de las grandes potencias “empuje”, el resto se verá obligado a hacerlo, “porque si no se quedará fuera”.
El proyecto Chira-Soria
Aridane González es partidario del proyecto de la central hidroeléctrica de Chira-Soria, pues considera que el impacto del cambio climático será mayor que el impacto de una obra de este tipo. Indica que, según los informes que se han publicado, las presas destinadas a ese proyecto soportarán la presión del agua.