→ «El desplazamiento del anticiclón de las Azores se ha producido debido al cambio en el régimen atmosférico ocasionado por el cambio climático» → «Debemos trabajar de forma inmediata en el desarrollo de refugios climáticos para aplazar el impacto del clima» → «Es necesario simplificar la administración, sin perder la capacidad de fiscalizar, para luchar contra el cambio climático»
El presidente del Comité de Expertos para el estudio del cambio climático y fomento de la economía circular y azul del Gobierno de Canarias y profesor e investigador de la ULPGC, Aridane González, señala que el cambio climático, con fenómenos como el incremento de la calima, tienen un importante impacto sobre la salud, por lo que es preceptivo tomar todas las medidas posibles para mitigar su impacto y adaptarse a las consecuencias.
González indica que el aumento de las temperaturas que hemos observado en los últimos meses suponen muchos cambios en la flora y la fauna de las islas, incluyendo la aparición de toxinas, que ya han motivado el cierre de algunas playas.
Además, el desplazamiento del anticiclón de las Azores, que es la barrera física contra la calima, se ha desplazado debido al cambio en el régimen atmosférico ocasionado por el cambio climático. Apunta que, mientras no regrese, tendremos más fenómenos de polvo sahariano e, incluso, supercalimas, de las que ya se han contado cinco desde 2020.
Indica que, además, se está produciendo la presencia de una calima más ligera, pero de forma permanente, lo que tiene importantes impactos en la salud. A este respecto, hace un llamamiento a las personas más sensibles para el uso de las mascarillas en caso de necesidad.
Mitigar y adaptar
Entiende que si se quiere luchar contra esta situación se debe trabajar en la mitigación, haciendo que disminuya la concentración de gases en la atmósfera dejando de quemar combustibles fósiles, y en la adaptación, mediante instrumentos como los refugios climáticos, que permiten combatir los peores impactos.
Indica que cualquier espacio puede ser un refugio climático, recurriendo a los árboles y las pérgolas. A este aspecto, recuerda que los ayuntamientos desempeñan un importante papel, en coordinación con el Gobierno de Canarias.
Las consecuencias económicas
González indica que no es adecuado enmarcar el debate en la cuestión de «turismo sí o turismo no», sino en cómo debe adaptarse el turismo a la situación. Señala que se puede dar el caso de que la temperatura de Canarias sufra unos cambios que la hagan más incómoda, «y ese es un reto que se tiene que afrontar».
Apunta que ya existen modelos para estudiar la confortabilidad climática de Canarias en los próximos años: «Lo que hay que hacer es ponerse a trabajar ya», no solo las administraciones, sino también el sector hotelero.
Considera que Canarias tiene unas zonas más vulnerables que otras, como es el caso de las costeras. Las playas, como Las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria, pueden llegar a perder un ochenta por ciento de su extensión de aquí al final de siglo. Asimismo, se puede producir un impacto en las infraestructuras, que puede dificultar, de distintas maneras, las condiciones de vida en las islas.
Agilizar los procesos administrativos
Por este motivo, González considera que es muy importante agilizar los procesos administrativos, sin perder la capacidad de fiscalización. Entiende que la ciudadanía tiene la percepción de que «no se hace nada», cuando la realidad es que los técnicos están realizando estudios constantemente «que chocan contra la burocracia». Afirma que le consta que la Consejería de Transición Ecológica ya está trabajando en este sentido.
Señala que también es preciso generar alternativas económicas que permitan reducir la huella de carbono, «pero las personas que quieren invertir terminan yéndose a otros lugares de España, por lo que se necesita una ventanilla única».