El presidente del comité científico para el cambio climático, economía azul y circular del Gobierno de Canarias afirma que no se puede esperar a 2050 para empezar "a caminar".
El presidente del comité científico para el cambio climático, economía azul y circular del Gobierno de Canarias, Aridane González, lamenta la tardanza en aprobar la ley canaria de cambio climático y avisa que no es posible esperar hasta el año 2050 para adaptarnos a las condiciones del cambio climático.
“No puede haber colores políticos”
Afirma que en una norma como esta “no puede haber colores políticos”, porque el fin que se persigue, que es mitigar en lo posible los efectos del cambio climático y adaptarse a los que ya no pueden evitarse, “tiene que ser el mismo, porque los datos científicos son los mismos”. Señala que pueden existir discrepancias en cómo hacer las cosas, “pero no puede ser que estemos tardando tanto en sacar esta ley con los retos que tenemos por delante”.
A este respecto, afirma que la guerra ruso-ucraniana ha puesto sobre la mesa la realidad de que Europa tenía que haber hecho sus “deberes” hace una década y no depender tanto del gas ruso. Aun así, considera que el viejo continente tiene aún la oportunidad de ser independiente, “pero esto no se hace de la noche a la mañana”. Por eso duda de que los fondos Next Generation sirvan para resolver este problema: “No se puede pretender cambiar en tres años lo que no hemos hecho en tres décadas”.
Afirma que, en el caso de Canarias, hay ciento cuarenta y siete playas en riesgo de desaparición y 40 zonas de alto riesgo, lo cual hace que no se pueda esperar a 2050 para tomar medidas: “Tenemos que empezar a actuar”.
El problema de la burocracia
Afirma que uno de los obstáculos es la burocracia. Así, señala que la zonificación del océano ya está hecha, lo que permitiría instalar fuentes de energía eólica offshore. Lo que falta, afirmó, es estudiar los distintos usos que se pueden hacer de esas zonas: “El problema no es saber dónde, sino la burocracia, con permisos que exigen pasar por muchas ventanillas. Necesitamos urgentemente decisiones para mitigar y adaptar, pero los permisos se demoran hasta cinco años”.
Educación y comunicación
Apuesta por evitar las imágenes apocalípticas y apuesta por la educación, la información y la comunicación. A este respecto, recuerda que encender la luz es quemar combustible: “Ese es el impacto que la gente debe ver”, al tiempo que se deben promulgar políticas de buenas prácticas y medidas fiscales positivas.
Uno de los principales problemas, apunta, es el de la movilidad, que produce una enorme cantidad de gases de efecto invernadero. A propósito, indica que la solución de los coches eléctricos solo es sustituir un problema por otro: “Lo que tenemos que hacer es cambiar nuestros hábitos e ir a una movilidad colectiva eficiente”. Recuerda que en 2023 las ciudades tienen que tener implementadas zonas de baja emisión.
Facultad de Ciencias del Mar
En otro orden de cosas, Gonzñalez muestra su satisfacción por la celebración del cuarenta aniversario de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Indica que, con este motivo, se celebró por todo lo alto el Seminario de Ciencias Marinas, que congregó a más de 450 personas procedentes de todo el mundo, alcanzando los 575 participantes con ciento de presentaciones y con la posibilidad de hacer una publicación a nivel internacional.