La catedrática e investigadora en economía de la salud afirma que la prioridad debe ser rescatar a la primaria "del agujero en la que la hemos metido".
La catedrática e investigadora en economía de la salud, Beatriz González López-Valcárcel es pesimista sobre el futuro de la sanidad en España, pues “su pinta” no invita al optimismo. Considera que revertir esa situación debe comenzar por rescatar a la atención primaria “del agujero en el que la hemos metido”.
Falta de médicos de familia
La que es doctora en economía y catedrática de métodos cuantitativos en economía y gestión de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, indica que si todo sigue como hasta ahora, en el año 2028 se llegaría a una situación de déficit muy importante de médicos de familia.
Sin embargo, recuerda que estos informes no deben interpretarse como si fueran un oráculo, sino como un instrumento que permite tomar medidas para que ese futuro nunca llegue, por ejemplo ampliando las plazas en las facultades.
Buque insignia de la democracia
A su juicio, es importante que se coordinen las plazas en las facultades de Medicina con las de especialización en el MIR, de tal forma que no haya ni más ni menos entre ambas. A este respecto, afirma que lo que ha sucedido en los últimos años en España es el aumento “impresionante” de facultades privadas, que no requieren de las altas notas de las universidades públicas, lo cual no es equitativo.
A esto se suma un problema de incentivos, porque los jóvenes no quieren elegir la medicina de familia y optan por la especialización y el trabajo hospitalario: “La atención primaria no tiene el prestigio que debería tener”.
Todos estos problemas contribuyen a un deterioro de la sanidad pública, a la que considera el “buque insignia” de la democracia española, por lo que invita a las autoridades y a la sociedad en general a no permitir que se caiga, “pero por la pinta soy bastante pesimista”.
Proliferación de seguros sanitarios
Gonzalez López-Valcárcel indica que esta falta de dinamismo en la atención primaria está ocasionando la proliferación de seguros sanitarios baratos que ofrecen una consulta online con un médico general que prescribe un medicamento.
Señala que esto no puede considerarse atención primaria, porque el médico de familia conoce a sus pacientes y hace un seguimiento longitudinal de su salud. A su juicio, estos seguros no pueden sustituir al médico de toda la vida y deben tratarse como un síntoma de los problemas de la atención primaria para recibir a los pacientes que piden cita.
La leyenda urbana de la fuga de médicos
La especialista considera que hay una cierta leyenda urbana en las noticias sobre la fuga de médicos españoles al extranjero. Señala que a veces se usan indicadores que no son correctos, pues no siempre que se pide un certificado de idoneidad en el colegio de médicos significa que un médico se ha marchado al extranjero, ya que pueden pedirse para hacer un curso una semana o una misión en el verano.
Apunta que los datos de 2021 señalan que, de forma efectiva, han abandonado el país unos 350 médicos, cantidad que coincide con lo que otros países declaran que han recibido como médicos españoles. No obstante, reconoce que es cierto que los médicos españoles se quejan de que están maltratados y mal pagados: “Pero una cosa es no estar a gusto y otra dar el paso de moverse a otro país”.
Estabilización de las plantillas
Sobre la llegada de médicos extranjeros a España, señala que siempre ha existido la inmigración de médicos, sobre todo de Latinoamérica. Apunta que las homologaciones reconocen que tienen la misma práctica que los españoles, pero lo cierto es que existe una diferencia significativa en las notas que sacan en las pruebas MIR.
Asimismo, González López Valcárcel es escéptica sobre las ofertas públicas de empleo en la sanidad y considera más apropiadas otras fórmulas para estabilizar a los empleados, como los contratos. A su juicio, la solución no pueden ser oposiciones en las que no se valora bien el mérito de las personas.