La alcaldesa de Telde apunta a la necesidad de reformar las normas que conceden a los habilitados nacionales unas prerrogativas que retrasa en demasía la puesta en marcha de las políticas.
La alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, considera “increíble” el poder del que disponen los habilitados nacionales en las corporaciones locales, algo que, a su juicio, dificulta considerablemente la toma de decisiones.
Afirma que, para cubrir las necesidades de servicios que tiene Telde es preciso tomar decisiones “rápidas”, algo que no es posible por las decisiones de los interventores municipales, facultados por “leyes del Partido Popular” y que frenan las contrataciones del personal necesario.
Un poder “infinito”
Se trata, dice la primera edil, de algo que no sucede alguna vez, sino “siempre”, pues en todo momento se requiere de la autorización del interventor, cuyo poder es tan “infinito” que le permite incluso paralizar una obra si considera que ese gasto no se ajusta al contrato: “Eso vacía de contenido la democracia”.
A su juicio es necesario desburocratizar la administración pública, pues “no tiene sentido” todo el papeleo necesario para comprar “cuatro cajas de agua”. Considera que si bien es necesario disponer de normas que penalicen la picaresca, estas normas tienen que servir también para agilizar la toma de decisiones.
La dimisión de Aurora Saavedra
En otro orden de cosas, y sobre la reciente dimisión de la concejal Aurora Saavedra, la alcaldesa reconoce que está motivada por las dificultades para llevar a cabo su proyecto de protección animal, llegando incluso al caso de poner dinero de su bolsillo para facilitar la creación de un albergue: “Esa frustración yo la comprendo”..
Se trata, dice Hernández, de “una mala noticia” porque “es una buena concejala y nadie va a defender a los animales como lo hace ella”. Considera que ese nivel de compromiso es muy difícil de encontrar hoy día, pero matiza que su problema es ahora conformar un gobierno “que siga resolviendo los problemas de la ciudadanía”:
Cuentas saneadas
Carmen Hernández señala que, a pesar de la pandemia de la covid-19, el Ayuntamiento ha podido seguir con su plan de sanear las cuentas y dotar de más capacidad económica al municipio. Así, en el año 2021 se recuperaron más de 2000 puestos de trabajo, algo que, a su juicio, tiene mucho que ver con el trabajo de los empresarios, las ayudas de las administraciones y con el esfuerzo del Ayuntamiento agilizando la concesión de licencias. Además, indica, se ha disparado el número de empresas que se presentan a las licitaciones y se ha reducido a cero la litigiosidad.
De esta forma se ha llegado a unas cuentas saneadas, “con cero deudas a entidades bancarias, a los proveedores, a los expropiados en el monto principal y con los intereses a punto de liquidarse”. Entiende que ahora el problema principal es la falta de personal, algo para lo que se requiere cambiar la ley de estabilidad, de tal forma que se puedan cubrir las bajas y jubilaciones. Según sus cálculos, al Ayuntamiento le faltan unos doscientos empleados públicos.