La presidenta del Sindicato Médico de Las Palmas, Carmen Nuez, insiste en que lo fundamental, en estos momentos, es no relajar las medidas.
La presidenta del Sindicato Médico de Las Palmas, Carmen Nuez, afirma que si bien la pandemia de covid-19 está bastante controlada en Canarias, lo cierto es que, a su juicio, “hay que tener cuidado”, como lo muestra el hecho de que ayer se registró el mayor número de muertes por esta enfermedad en lo que llevamos de esta segunda ola: “Estamos en un repunte generalizado”.
En su opinión, sucede que “estamos vendiendo la piel del oso antes de cazarlo”, algo que, considera, “siempre hacemos en España”. Por eso, llama a tener paciencia con la posible vacuna contra la enfermedad, pues aún no sabemos siquiera qué colectivos de la población general deberían vacunarse primero, si las que tienen más riesgo de contraer la enfermedad, o aquellas personas que pueden ser muy transmisoras, como los empleados de supermercados.
Lo que hay que evitar es que “la gente se relaje”, pues lo cierto es que “aún no tenemos vacuna y aún para tener inmunidad de grupo se requiere que esté vacunada el setenta por ciento de la población”. A esto se suma que tampoco sabemos cuánto tiempo va a durar la inmunidad.
Nueva dirección en Sanidad
Sobre la situación del colectivo médico tras la llegada de Blas Trujillo a la Consejería de Sanidad, Nuez señala que se ha recuperado “algo importante” como es el diálogo. No obstante, apunta que en alguna ocasión “se ha perdido el norte” sobre cuáles eran las mesas de negociación apropiadas, algo que crea molestias en el colectivo.
Pero, sobre todo, señala Nuez, los médicos están “soliviantados” con la convocatoria de la oferta pública de empleo (OPE). Insiste en la necesidad de que la convocatoria sea descentralizada, pues con las islas no capitalinas se comete el error “gravísimo” de asimilarlas a las islas con los grandes centros hospitalarios. Por eso defiende una OPE que proteja las islas no capitalinas y no desmantele a los grandes hospitales: “Además, en estos momentos excepcionales hay que hacer una OPE extraordinaria”.
La gravedad de la inmigración
Nuez señala que a la carga emocional que supone el covid para el colectivo sanitario se suma la que constituye el drama de la nmigración, donde el personal tiene que tratar patologías nada frecuentes en Canarias, como el “pie de patera”, resultado de tener mucho tiempo las extremidades en remojo y que ocasionan gangrenas en personas muy jóvenes. Asimismo, señala los casos de los inmigrantes que han saciado la sed con agua salada, lo que genera graves problemas cardíacos: “La gente que llega a los hospitales está muy mal”.