La presidenta del sindicato de médicos de Las Palmas afirma que la atención primaria, los recursos y la situación de los trabajadores sanitarios está aproximadamente igual que al comienzo de la pandemia.
La presidenta del sindicato de médicos de Las Palmas, Carmen Nuez, reconoce que recordar los aplausos de la ciudadanía y las promesas políticas realizadas al inicio de la pandemia de la covid-19 le hacen “daño”, pues pasados ya muchos meses no se ha cumplido la esperanza de que “íbamos a salir mejores”.
“Todo el mundo se hace la foto”
Asegura que si antes los políticos echaban flores a los sanitarios y la ciudadanía les aplaudían, hoy los servicios de urgencias siguen igual e infradotados y la atención primaria igual de deficitaria: “Es la misma sensación que tengo con el volcán de La Palma, que todo el mundo se hace la foto”. No cree que tras la experiencia de la pandemia haya cambiado “gran cosa” la vida laboral del personal sanitario.
Recuerda que el peor momento fue el vivido durante el confinamiento inicial, cuando no sabían bien lo que pasaba y no disponían de material para diagnosticar la enfermedad y para protegerse, cuando se producían masivos contagios entre el personal sanitario y las UCI estaban saturadas.
Un país “emocionalmente tocado”
Esos momentos y los que vinieron después han ocasionado que hoy muchos profesionales sanitarios se estén alejando de la profesión “para poder sobrevivir a ella”, pues hay servicios que están “muy quemados” y no todos tienen que ver con la covid-19. Considera que España es un país “emocionalmente tocado” que está somatizando todo lo vivido: “La gente cumplidora está frustrada, pero no la que sale del botellón. Vemos otra vez la navidad y tenemos incertidumbres”.
Señala que las atenciones en psiquiatría infantil han aumentado alarmantemente, hasta el punto de que se observan ingresados de menores en el área de psiquiatría, “y aún puede dar más problemas en el futuro”. A su juicio, esta pandemia “ha cambiado a la gente en su base y en su sustancia”.
A este respecto, indica que durante estos meses ha visto “lo mejor y lo peor” en muchos de sus compañeros, desde la entrega a la atención de los pacientes hasta la “falta de solidaridad y el egoísmo”. De estos últimos, dice “preferiría que se fueran de la Sanidad”.
La hermana pobre del sistema
Nuez señala que la atención primaria sigue siendo la “hermana pobre” del sistema sanitario, pues casi todo el gasto y las innovaciones se centra en el sistema hospitalario: “La primaria es horrorosa”, afirma, apuntando que se valora al personal “por lo que anotas, por si rellenas todas las casillas. Y a veces el ordenador es una barrera entre el médico y el enfermo”. Recuerda que se dijo que a principios del mes de noviembre se publicaría un plan nacional para la primaria, “porque el modelo no sirve”.
En su opinión, es preciso hacer una análisis de las infraestructuras, de los cupos y de las poblaciones: “Debemos hablar de los cupos no como números, sino como colectivos”, porque hay que distinguir el tipo de paciente de cada área sanitaria. Además, concluye, es necesario reforzar el papel preventivo y de promoción de la salud de la atención primaria.
Cosas por hacer
Cuando está a dos días de la jubilación, Nuez reconoce sentirse “triste” porque no le gusta el momento: “Me gustaría que fuera más plácido para la sanidad, con menos problemas, porque te vas con la sensación de que hay cosas por hacer”.