Andrés Domínguez y Juan Ramírez Said, vicepresidentes de la Confederación Canaria de Empresarios, señalan la importancia de atender una demanda que cada día se orienta más al uso de las tecnologías.
Andrés Domínguez y Juan Ramírez Said, vicepresidentes de la Confederación Canaria de Empresarios, señalan la contención de los precios, las mejoras en la formación y el incremento de las inversiones como las claves para superar una coyuntura económica caracterizada por las incertidumbres.
Canarias como valor refugio
Andrés Domínguez, que es también consejero delegado del grupo Hermanos Domínguez, señala que el sector comercial y turístico se muestra expectante ante la evolución de los acontecimientos en los próximos meses y entiende que, de mantenerse las actuales constantes, se seguirán incrementado los precios. No obstante, recuerda que Canarias es un valor refugio, por ser un lugar tranquilo, “y esa baza la tenemos que seguir jugando”.
Indica que en el sector turístico, son el turismo inglés, inicialmente más remiso pero ahora activándose, el alemán y el peninsular los que están procurando los mayores ingresos. Ante esto, teme que un incremento en los costes de la vida pueda hacer que los turistas empiecen a recortar en sus viajes. Recuerda la importancia del sector turístico para toda la economía de Canarias, pues es el comercio de las zonas turísticas el que está permitiendo ajustar los balances, porque en las tiendas de proximidad se mantienen márgenes muy pequeños.
No obstante, señala que Canarias tiene que seguir en la senda de las inversiones en el destino y hacer mayores esfuerzos en la formación, pues se demanda más personal, no solo como camareros, sino también en el sector de la construcción e incluso en ingenierías.
Dormidos en los laureles de la formación
Por su parte, Juan Ramírez Said, que es también presidente del grupo Inetel, coincide en que Canarias se ha dormido en los laureles con el problema del empleo, pues la globalización supone también la libre movilidad de las personas, a lo que se une la cada vez mayor necesidad de formación especializada: “En Canarias siempre hemos tenido un déficit de formación en idiomas, que ha tenido un efecto llamada a trabajadores de afuera”.
Inetel, que se dedica al sector de las comunicaciones y la tecnología y que, con sus 1200 empleados, es el mayor grupo de las islas, sufre dichas carencias de mano de obra. Se calcula que faltan unos 7.000 trabajadores del sector tecnológico para atender la demanda de Canarias, un problema que no solo afecta a las islas.
Señala que es preciso romper con el mito de la dificultad de los estudios relacionados con la tecnología y poner más el acento en que la industria del futuro va a ser muy dependiente del conocimiento.