Vicente Belloch, jefe de la división de mantenimiento y señales marítimas de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, señala los retos de cumplir con los objetivos de la Agenda 2030.
Mantener las instalaciones, supervisar y gestionar servicios como la limpieza, la jardinería, las estaciones contra incendios, el suministro de energía y un largo etcétera, son esenciales para el buen funcionamiento del puerto, algo de lo que se encarga el equipo que, en la Autoridad Portuaria de Las Palmas, dirige Vicente Belloch.
Ellos se encargan también del buen funcionamiento de las señales marítimas, pues todo barco que se aproxima a puerto o navega cerca de las aguas de Las Palmas necesita ayuda a la navegación a través de faros y balizas, «que tienen que estar operativas en todo momento».
Los retos de la Agenda 2030
Uno de los más importantes retos que tienen que abordar es el de cumplir con los objetivos de la Agenda 2030. Belloch señala que, desde que se fijaron esos objetivos, se marcaron estrategias de descarbonización en todos los sectores, con dos líneas de actuación para los puertos: la descarbonización del sector de tierra y la del sector marítimo, obligando a electrificar los muelles y a que los barcos tengan emisiones cero durante el atraque.
Para ello hay que dotar de suministro eléctrico a todos los buques, algo para lo que se necesitan 45 megavatios de potencia, lo cual plantea muchos desafíos que ya se han planteado a Red Eléctrica y Endesa para que lo incorporen en sus planificaciones. Asimismo, los buques tendrán que venir preparados para abastecerse de esta energía, lo que complica aún más la situación.
Si bien las regiones ultraperiféricas pueden acogerse a una excepción, deben cumplir siempre que las infraestructuras lo permitan, algo que el Puerto de Las Palmas podría estar en condiciones de hacer gracias a la energía eólica offshore y la central hidráulica de Chira-Soria.