Claudio Palmés, pionero y promotor de la energía renovable en Canarias, afirma que la penetración de renovables en las islas no supera el 7%, pero prevé que en 2030 alcance más del 50%.
Palmés, que viene invirtiendo en las energías renovables desde el año 2006, recuerda que hasta hace solo un año y medio dependíamos del petróleo en un 97%. La energía era "un porcentaje residual e insignificante". Ahora estamos en torno al 7%, "contando todos los parques, incluidos los que no están ahora conectados al sistema eléctrico". Se trata, empero, de una cantidad escasa motivada por los pocos estímulos a la inversión y la falta de planificación. A su juicio, para llegar al 25% de energías renovables es necesario que el Gobierno canario "se comprometa a desarrollar los planes para parques eólicos". Los que se están construyendo actualmente lo hacen "por la vía de la excepcionalidad". Así, el plan desarrollado por el Cabildo de Gran Canaria lleva "doce años en tramitación".
En estas condiciones, Palmés entiende que empresas relacionadas con el gas quieran implantarse en Canarias: "Que haya multinacionales que quieren implantar el gas quiere decir que hemos hecho muy mal las cosas", porque de haberse hecho bien, "nadie estaría interesado en montar el gas" en una comunidad en la que la luz solar es tan intensa: "En un sitio donde la energía depende al 97% del petróleo hace falta el gas".
No obstante, confía en que en muy poco tiempo, quizás en 2030, Canarias se provea hasta en un 50% de energías renovables. El desarrollo podría venir de "empresarios, sobre todo del sur y del sureste que tienen una naves en zonas con viento y sol" y que apuesten por energías renovables, para la que ya se dispone de "tecnología muy eficiente y barata como para desconectarse de la red".
Rentabilidad razonable
Asegura que en los doce años que lleva en el negocio no ha logrado recuperar la inversión, porque este tipo de dispositivos requieren mucho desembolso económico "y el retorno se dilata más allá de quince años". Ahora, el Gobierno central pondrá en marcha un programa para primar energías eficientes, concediendo a los inversores una "rentabilidad razonable", es decir, un 5% de beneficios antes de impuestos. Se trata de una rentabilidad "reducida" pero "regulada y con garantías". Con ese impulso estima que se podría alcanzar un 13 o 14% de penetración de las energías renovables.
"Horribles torretas"
Palmés coincide con los que piensan que "no hay nada más horrible que ver un paisaje maravilloso con una torreta de alta tensión". Sin embargo, "todos queremos tener energía en nuestras casas" y, por tanto, las torretas son necesarias, aunque las administraciones "pueden minimizar su impacto". Lo que no puede hacer, afirma, "es pedir a Red Eléctrica que ponga torretas en todo el mundo salvo en Lanzarote y Fuerteventura".
Asegura que la red de Fuerteventura estuvo catorce años tramitándose y "todo el mundo estaba de acuerdo". Sin embargo, cuando se fue a ejecutar, "el Cabildo impugnó y paralizó las las obras después de haber dado el visto bueno". Esto, a su juicio, perjudica a los residentes en Fuerteventura y Lanzarote: "No nos quejemos luego de que no se puede construir un parque temático o que el turismo no se pueda desarrollar".