La directora general de la compañía, Mercedes Fernández-Couto, señala la necesidad de centrarse en proporcionar el servicio público con un alto nivel de excelencia.
La compañía Emalsa está llevando a cabo una renovación integral del ciclo del agua de Las Palmas de Gran Canaria con un plan estratégico a diez años, que requiere de importantes inversiones y de un consenso político en los términos en que se tiene que prestar este servicio público. “Las cosas han cambiado mucho, hay muchas asignaturas pendientes y hay que normalizar la situación y centrarnos en proporcionar el servicio público. Los responsables tienen que estar convencidos en lo que es necesario hacer”, afirma la directora general de la compañía, Mercedes Fernández.
El plan de modernización del ciclo del agua trata de resolver cuestiones que han ido quedando desatendidas a lo largo de los años y adaptar el servicio a la realidad. Abarca muchos aspectos, como la estructura tarifaria, que no se adapta a la normativa europea, y la revisión de todo el servicio de abastecimiento para “continuar en la excelencia en el servicio al cliente”.
Revisión de las tarifas
Así, el nuevo recibo del agua aplicará los principios de tarificación vigentes en toda Europa, donde la tarifa por un abastecimiento mínimo está prohibida: “Se paga aunque no se consuma ese agua, algo que no incentiva el ahorro”. Fernández recuerda, además, que actualmente solo se contemplan dos tipos de usuarios: los domésticos y los oficiales, “pero hay muchos tipos de usuarios con demandas diferentes”, motivo por el que han añadido las categorías comerciales, industriales y la de alojamientos turísticos y hoteleros.
Además se establece una política de precios superreducidos, orientados a incentivar el ahorro y para que los usuarios hagan un consumo responsable: “La persona que es cuidadosa paga ahora lo mismo que la que derrocha agua. Por eso se pretende que el precio sea muy bajo para consumos que se consideran esenciales”. Además, es preciso penalizar “a quien derroche y quien contamine”.
Actualización de los reglamentos
Además, el plan estratégico tiene previsto acometer la publicación de un reglamento de vertidos y la revisión del reglamento de abastecimiento. Con el primero se pretende incidir en la protección del medio ambiente y de la red de abastecimiento, en la que actualmente se vierte todo tipo de contaminantes que acaban dañado las infraestructuras. Por ese motivo está previsto establecer distintos mecanismo de inspección y medios para garantizar la seguridad de las instalaciones y de los trabajadores. También se actualizará reglamento de abastecimiento, que data del año 1891, y que regula la relación entre el usuario y la empresa.