El ex jefe del ejecutivo canario asegura que no aceptará ninguna retribución "nunca y en ningún caso" y que ya se siente remunerado por el honor de haber ocupado ese alto cargo.
El expresidente del Gobierno de Canarias, Fernando Fernández, afirma que los canarios no tienen porqué pagar “la mala cabeza de algún expresidente”, en referencia a la conveniencia de establecer una renta vitalicia para las personas que han ocupado la jefatura del Gobierno regional.
Está de acuerdo con el también expresidente Jerónimo Saavedra en la inconveniencia de un salario permanente, pero Fernández va más allá y asegura que no aceptará “ningún tipo de retribución por haber sido presidente del gobierno, porque bastante honor es haberlo sido, y con eso ya me siento retribuido más que sobradamente”. Y cuando afirma que no aceptará nada, quiere decir “nada en ningún caso”, ni tan siquiera los gastos ocasionados por desplazamientos.
La mala cabeza
“La mala o regular situación económica de un ex presidente es exclusiva responsabilidad de cada uno de ellos, y los canarios no tenemos por qué estar pagando la mala cabeza de alguno”, afirma Fernández, en referencia a algún ex presidente que puede estar pasando por dificultades económicas.
Señala, además, que no cree que sea necesario crear una comisión de expresidentes para asesorar al actual presidente del Gobierno, pues “el único presidente que tuvo a bien invitarnos a comer con motivo del Día de Canarias fue Adán Martín. Los demás no tuvieron a bien llamarme, y si en tantos años no lo han tenido a bien, no creo que lo hagan en el futuro”. A este respecto, afirma que recientemente le preguntó a Saavedra si el actual presidente, Ángel Víctor Torres, le había consultado algo y su respuesta fue “Nunca”.
“Las prácticas traicioneras habituales de ATI”
Afirma que no se arrepiente de haber presentado la moción de confianza que le costó el cargo en 1987, porque “no se puede gobernar con quien te traiciona a diario”. Señala que, almorzando con Saavedra un día antes, éste le garantizó la abstención del PSOE en la moción, pero “entre la comida y el día siguiente, el PSOE cambió de opinión por algunas mentiras, lo cual entra en las prácticas traicioneras habituales de ATI”.