Fernando Fraile: “No es lo mismo tener un cáncer en Canarias que en el País Vasco”

Reunión de la AECC con el Diputado del Común

Reunión de la AECC con el Diputado del Común

El presidente de la asociación española contra el cáncer (AECC) en Las Palmas afirma que aunque la enfermedad es igual para todos, la diferencia de recursos determina las posibilidades de curación.

El presidente de la asociación española contra el cáncer (AECC), Fernando Fraile, afirma que no es lo mismo padecer un cáncer en Las Palmas de Gran Canaria que en San Nicolás de Tolentino, como no es lo mismo sufrirlo en Canarias que en el País Vasco ya que si ante esa enfermedad “todos somos iguales” lo cierto es que no todos disponen de iguales recursos para hacerle frente: “La carencia de recursos dificulta su curación”.

Equidad en el tratamiento del cáncer

Por eso una de las misiones de la AECC, expresada en su plan estratégico, es mentalizar a la opinión pública de que tiene que haber equidad en el tratamiento del cáncer, de tal forma que el acceso a los medios de curación no dependan del código postal en el que se tenga el domicilio. 

A este respecto, Fraile señala el caso de Canarias, en la que se sufre un permanente déficit en la plantilla de oncólogos de los hospitales que, a duras penas, se cubren ampliando los horarios o trayendo a los profesionales de otras islas, lo que supone disminuir la cobertura de aquellas. Fraile considera que es preciso acabar con este trasiego “porque los enfermos de cáncer no pueden esperar”. 

Señala que es preciso comenzar a pensar cómo se puede fidelizar a los especialistas para que permanezcan en las islas, y también si existe un equilibrio entre las distintas especialidades, pues es posible que haya muchos profesionales en áreas dónde no exista la misma urgencia que en el tratamiento del cáncer. 

La oferta y la demanda de los profesionales

Asimismo, entiende que, tal vez, se ha abusado en el pasado de un exceso de oferta en profesionales de la salud, que tuvieron que buscar trabajo fuera de nuestras fronteras, dándose ahora la paradoja del exceso de demanda: “ahora somos nosotros los que estamos necesitados de especialidades”. A este respecto, aboga por pensar bien si los profesionales que van a salir de las universidades son los suficientes para cubrir todas las necesidades.