El nuevo viceconsejero afirma que en Políticas Sociales y Vivienda se ha encontrado mala planificación y mucho por hacer
“La desconfianza que se me plantea por parte del partido sobre mi idoneidad para ser el candidato a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria (LPGC)” y su sustitución por Pedro Quevedo fue el detonante para que el recientemente nombrado viceconsejero de Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, Francis Candil, abandonara la formación Nueva Canarias (NC) en la que había desarrollado su carrera política desde sus años de juventud, según afirmó en La Entrevista del Día de El Espejo Canario en el día de hoy.
Para Candil, no sólo algunas voces que cuestionaban su papel en las elecciones de 2011 han dado al traste con la posibilidad de que hubiera gobiernos nacionalistas en LPGC, sino “una relación histórica entre estos grupos que parece que, cada vez que hay una oportunidad en esta ciudad, termina pasando algo” que imposibilita “formar unas listas y un liderazgo”. Como consecuencia de la pérdida de confianza, de la incomodidad que le producían las diferencias de criterio con la dirección de NC y “de la cantidad de disparates que se dijeron sobre mi persona, decidí irme a casa”, aseguró Francis Candil, quien aprovechó para desmentir las acusaciones que se vertieron en aquel momento sobre la salud de su madre, la situación con su pareja o su estabilidad mental: “Mi madre está viva, sigo con mi pareja y yo he continuado trabajando”, dijo.
Planificación en Sociales
El viceconsejero afirmó que su vuelta a la política activa se ha producido tras la “llamada imprevista” del presidente Fernando Clavijo (Coalición Canaria) “porque se trataba del área de Asuntos Sociales para trabajar con un equipo atractivo”. De la situación que se ha encontrado en esta área y tras una valoración inicial, Candil considera que “hay cosas interesantes” en marcha, “una dotación presupuestaria que nos va a permitir afrontar” algunos de los problemas, pero “me ha llamado la atención haberme encontrado unos servicios sociales que tendrían que estar mejor planificados y estructurados”. Aunque reconoce que “la crisis y la falta de recursos han hecho daño”, Candil entiende que “los equipos humanos tienen que mejorarse” porque observa una “situación preocupante” respecto a la que dejó hace catorce años, cuando fue responsable de las políticas de juventud y menores “y queda mucho por hacer”.
En este sentido, el de los menores y la protección, Candil respondió a las preguntas de los oyentes y les puso al día sobre dos de los casos que han hecho saltar las alertas en los últimos meses: el de la agencia 18 lovas que seleccionaba menores para incorporarlas a una red de prostitución y el de los tres menores de Jinámar (Telde, Gran Canaria) que estaban enclaustrados por sus padres, sin escolarizar, sin atención médica y sin relaciones sociales.
Desvíos en las ayudas
Respecto al ‘desvío’ por parte del Ayuntamiento de Agüimes de 250.000 euros concedidos por el Gobierno de Canarias a un grupo de mayores para poder satisfacer sus necesidades en una residencia de la localidad, el viceconsejero comentó que “aunque no tengo todos los datos, conozco la situación” y que el Gobierno se va a interesar por el destino final de esos dineros y si se ha perjudicado a los usuarios; “a partir de ahí”, dijo”, “si hay que pedirle el reintegro del dinero al Ayuntamiento de Agüimes, se le pedirá como a cualquier ayuntamiento”.
‘Ventanilla única’ para Dependencia
En cuanto al ránquin en la aplicación de la Ley de Dependencia, con Canarias a la cola de todo el territorio nacional, Candil entiende que “es una de las cosas en las que podíamos haber avanzado” después de tanto tiempo. Para solventar el problema, su vicenconsejería va a trabajar en “una gran puerta única” que evite la dispersión de “todas las puertas” abiertas en el pasado para acceder a las ayudas sociales previstas por la ley, ‘ventanilla’ que esperan tener en funcionamiento el próximo verano para evitar el peregrinaje de los usuarios por las instituciones.
Por otra parte, Francis Candil también anunció que su equipo revisará con carácter de urgencia el convenio con el ‘banco malo’, SAREB, porque “la oferta que hacen de vivienda no reúne ni uno solo de los requisitos” de habitabilidad exigidos y, “si no aporta nada, es mejor quitarlo de en medio”.