El economista, asesor fiscal y socio director de Auren duda de la eficacia de los bonos turísticos para incentivar la demanda.
El economista, asesor fiscal y socio director de Auren, Francisco Fernández de Pedro, señala que el futuro económico que se prevé para superar la crisis motivada por la pandemia de la covid-19 no tiene relación con la forma en la que se afrontó la crisis económica del año 2008.
A su juicio, el factor diferencial es que en la salida de la crisis actual se ha incorporado elementos como el de la lucha contra la desigualdad o las estrategias en contra del cambio climático: “La desigualdad es un factor de distorsión de la situación económica y antes no se contemplaba”. Señala, a modo de ejemplo, la reciente emisión de fondos por parte de la Unión Europea en la que, por primera vez, cuenta con la garantía de todos los países, algo “impensable” en el pasado reciente, “donde lo correcto era que cada palo aguante su vela”.
“Cuántos van a salir vivos”
Por ese motivo, entiende que las expectativas son ahora mucho mejores de lo esperado y “por supuesto, mucho mejor que hace unos dos meses”. En su consideración, lo que resta por saber es cuántas empresas están en condiciones de seguir funcionando a pleno rendimiento y “cuántos van a salir vivos de la guerra”.
Entiende, sin embargo, que aún se podrían habilitar medidas complementarias que refuercen una salida solidaria del problema, como la posibilidad de contribuir a la vacunación en aquellos países que no tienen posibilidades. Lo considera más importante que vacunar a los niños de doce años en los países desarrollados “y sin embargo no estamos por ese camino”.
Fondos especiales y bono turístico
Sobre algunas de las medidas adoptadas y que afectan concretamente a Canarias. Fernández de Pedro señala que la partida de 1.144 millones de euros de los fondos especiales aprobados por el Ministerio de Hacienda suponen un importante esfuerzo y le consta que hay “muy buena voluntad”. No obstante, piensa que se están repartiendo de forma precipitada: “Pero prefiero ser optimista”.
Distinto le parece la implementación del denominado ‘bono turístico’, que, a su juicio, “no va a llegar a nada”, porque duda de que se pueda cumplir su su objetivo de incentivar la demanda modificando los comportamientos del consumidor: “Los estudios no son muy optimistas”.