La patronal de importadores de vehículos no se opone a la metroguagua en Las Palmas de Gran Canaria, pero pide más “trasparencia” en el proyecto, según su presidente Rafael Pombriego.
Según Pombriego, la Federación Regional Canaria de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (Fredica) considera que, en una ciudad como las Palmas de Gran Canaria, la metroguagua puede ser el método de transporte público “idóneo” por su flexibilidad y costes, pero “en lo que no estamos tan de acuerdo es en la poca transparencia con la que se han hecho las cosas”, como que no haya sido sometido a exposición pública. Señaló que el proyecto comenzó con una previsión de coste de 75 millones de euros, “y ya vamos por 125 millones”, cantidad que “al final se terminará disparando y eso nos causa un poquito de preocupación”. Asimismo invitó a reflexionar sobre si la metroguagua es una prioridad en una ciudad con problemas de tráfico “muy gordos, como Tamaraceite o el istmo de La Isleta. A lo mejor podían poner el ojo en temas de interés y prioritarios. Las inversiones hay que hacerlas pensando si son viables y sostenibles.”
En cualquier caso, Pombriego no ve conflicto entre el transporte público y el privado: “lo que tiene que haber es compatibilidad, que se use uno u otro según la necesidades. No existe una oposición en nuestra patronal contra el transporte público”.
Más crítico se mostró con el proyecto de un tren que una la ciudad con el sur de la isla porque “no atiende la demanda real del transporte”. Es, a su juicio, una “enorme inversión con un espectacular mantenimiento”. Reveló que según un estudio de la patronal y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el desvío de inversiones de Global al tren podría poner en riesgo las líneas menos rentables de la compañía de guaguas.
Ventas
Pombriego señala que, en los últimos años, las ventas de vehículos están creciendo a mayor ritmo que en el resto del país, después de una crisis que causó una caída en la venta de hasta el 70%. Resaltó que durante la crisis, el sector del coche de alquiler contribuyó a atenuar esa caída: “tuvo un peso fundamental, ha sido un pulmón”. Cuando, a partir del año 2011 se incrementó el número de visitas turísticas, el sector del rent a car comenzó a repuntar: “La gente no valora la importancia que tiene esto. El turista que alquila un coche reparte el turismo por toda la isla. Hay que proteger a ese turista que sale de su hotel, porque deja dinero en los sitios que visita”.
La patronal considera que el coche no es “un elemento de lujo, sino un elemento fundamental para la movilidad”, representando hasta el 70% de los desplazamientos que se realizan a diario. Por ese motivo no le resulta extraño que se considere que la carencia de un vehículo pueda considerarse un factor de pobreza carencial: “Me sorprende pero no me extraña”. A este respecto, recuerda que los vehículos que más se venden son de gama media y baja, en proporción igual “a hace seis o siete años”.
Diferencial fiscal
Pombriego considera que el IGIC que graba la compra de vehículos, de 9,5 y 13,5%, varios puntos por encima del general del 7%, “no pasa en ninguna parte de Europa”. Por eso es una reivindicación del sector su reducción para “un producto de necesidad”. Señaló que en Canarias los coches deberían ser más caros por la lejanía, máxima teniendo en cuenta la doble insularidad: “Si seguimos limando esa diferencia fiscal respecto de la Península, perderemos ese diferencial”. Por esa razón reprochó que Nueva Canarias haya pedido que se incremente aún más ese impuesto hasta el 15%.
Nuevas tendencias
El líder de la patronal se mostró escéptico ante las nuevas tendencias como el car sharing o coche compartido. Se trata de “una alternativa más y hay empresas del sector que se están preparando para eso, aunque mi experiencia personal es no verlo como un fenómeno generalizado”. No obstante apostó por “dejar las puertas abiertas”.
Menos dubitativo fue respecto de las empresas que compiten con el servicio tradicional de taxi: “Hay una demanda social a la que habrá que responder, y aunque entiendo las dos posturas, habrá que regular, abrir un poco la mano y dejar entrar alternativas que se adapten a lo que la gente demande”.