Antoni Calvo, director de la fundación Galatea, detalla los resultados de un informe que pone de relieve las dificultades del personal sanitario para gestionar el estrés.
El 55% de los médicos españoles afirma sentirse sobrepasado por la pandemia, según refleja el estudio “Repercusiones de la covid–19 sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos de España” realizado por la fundación Galatea.
Su presidente, Antoni Calvo, indica que la repercusión de la pandemia sobre estos profesionales ha sido “muy grande”, hasta el punto de que las energías han quedado “al límite”: “La situación se ha hecho muy larga y muy compleja”.
Cuidarse como imperativo deontológico
Afirma que uno de los datos más preocupantes es que tan sólo uno de cada cuatro profesionales está decidido a pedir ayuda por esta situación: ” Cuidarse no es una opción, es un imperativo ético y deontológico”. Apunta que si bien los profesionales están muy bien preparados técnicamente y tienen una gran vocación de servicio, tienen grandes limitaciones a la hora de su propia gestión emocional, “y a veces aguantan. Y aguantan demasiado”.
Recuerda que los episodios de estrés postraumático tienen un importante impacto a medio y largo plazo, por lo que se requiere la intervención de expertos. Durante la pandemia, uno de los fenómenos que ha originado estos casos de estrés es el hecho de que los profesionales se han tenido que enfrentar a dilemas éticos para establecer prioridades. Apunta que estos casos se han resuelto mejor cuando los que han tomado la decisión forman parte de equipos cohesionados y multidisciplinares. Sin embargo, otros equipos se han roto debido a la saturación.
A esto se suma el hecho de que el ámbito familiar no ha servido para desconectar de la situación. Así, el miedo a contagiar a los familiares, las situaciones de auto confinamiento que se han tenido que manejar con poco espacio y con poco tiempo han empeorado la situación: “No ha existido la posibilidad de recuperarse en un entorno familiar, que en condiciones normales es reparador”.
Como alternativa, indica Calvo, en no pocos casos se ha recurrido a la ” comprensible pero no justificable” desconexión rápida por medio del consumo de alcohol, psicofármacos o el juego en línea: “Esto ha hecho que se incorporen hábitos no sanos que hay que corregir”.
Abandono de la profesión
Otro dato que muestra el impacto de la pandemia sobre los médicos es el alto porcentaje de profesionales mayores que ha pensado en anticipar la jubilación y que más de un tercio de los más jóvenes ha pensado en abandonar la práctica. Aunque solo se trata de entre un 2,5-3% de los médicos los que, efectivamente, la van a abandonar, “se trata de centenares de médicos en un contexto en el que faltan médicos”.
Calvo afirma que los médicos se han sentido muy apoyados y respetados por los pacientes y los colegas, pero menos por sus jefes de servicio, gerencia, etc., “lo que en algunos casos ha generado fuertes tensiones”. La conclusión del experto es que el sistema de la salud debe incorporar la atención a la salud de los propios profesionales.