El coordinador de estudios de la asociación estatal de directoras y gerentes de servicios sociales denuncia la "crueldad institucional" que impide paliar las situaciones de pobreza.
El coordinador de estudios de la Asociación estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, Gustavo García, afirma que el exceso de burocracia de la administración, en general y, muy particularmente, de los servicios sociales, “humilla” a las personas que más necesitan las ayudas sociales: “Es la burocracia contra las personas”.
A este respecto, indica que, además de la dureza de la pobreza, está el hecho de que es una situación que se interpreta como vergonzante, por lo que toda esa burocracia actúa como una barrera, “la gente se cabrea, se marcha y se produce el desapego de las instituciones democráticas”.
Condiciones “fuera de toda lógica”
García señala que, respecto del ingreso mínimo vital, se pusieron condiciones iniciales que estaban “fuera de toda lógica”, aunque luego se fueron corrigiendo. Así, indica que, en el año 2020, el golpe de la pandemia supuso una importante pobreza, pero no una mayor exclusión social, pues los que la sufrieron eran personas perfectamente integradas en la sociedad. Sin embargo, la administración les pidió que justificaran las rentas de 2019, por lo que no pudieron pedir el ingreso el mínimo vital. Además, les pedían que firmaran compromisos de inclusión social, lo cual era “absurdo”.
Sin embargo, corrigiendo incluso esos aspectos, al día de hoy no se ha alcanzado ni a la mitad de las personas que el propio gobierno pensaba que podía llegar.
Ayudas de urgente necesidad
Un dato “muy doloroso», dice, es el de las ayudas de urgente necesidad que dan las entidades locales, con una media de unos doscientos euros, y que sirven para comer, “tardan semanas y meses”. Esto, afirma García, se puede solucionar con un simple epígrafe en la ley general de subvenciones, porque se consideran subvenciones. “Bastaría con contemplar un nuevo epígrafe”, añade.
Gustavo García denuncia la “manía patológica de controlar a los pobres” y pone de ejemplo que mientras que “a los bancos no se les pidió garantías a los más necesitados les pedimos un ticket a ver si han comprado una chocolatina”.
Canarias, con “un problema serio”
Al hablar en concreto de Canarias Gustavo García afirma que en las islas hay “un problema serio, son datos demoledores y no se termina de remontar”. Temas tan sensibles, considera, deben considerarse cuestiones de Estado, porque una parte corresponde a la administración general, por la infrafinanciación, y otra a la falta de agilidad de las administraciones autonómicas: “O somos ágiles o las ayudas no sirven para nada”, afirma.
El último informe sobre las rentas mínimas de inserción de la de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales señala a Canarias como la segunda comunidad autónoma con menor proporción de personas en el umbral de la pobreza que perciben esta renta con un 3,3% mientras que la media nacional es de solo un 9%.