La artista canaria afincada en Suiza destaca la presencia de la canariedad en una obra en la que el material lo decide «la idea».
El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) acaba de inaugurar Tanta lejanía, primera retrospectiva en España dedicada a la obra de la artista canaria afincada en Suiza, Helen Acosta. La muestra, comisariada por la historiadora, comisaria y gestora cultural, Semíramis González, se puede visitar hasta el 2 de junio de 2024 en el espacio San Antonio Abad.
El título de la exposición alude a la experiencia vital de la artista, a la lejanía física y cultural que ha marcado su vida en los últimos años, a medio camino entre Gran Canaria, Berlín y Zúrich, y a una sensación de pertenencia doble propia de quienes residen lejos del lugar donde han vivido su infancia y juventud.
El proyecto expositivo reúne una selección de una treintena de obras relevantes de las dos décadas de trayectoria profesional de esta artista conceptual, que se expresa en soportes como la fotografía, vídeo, escultura e instalación.
Incluye piezas inéditas de reciente creación de su serie ola-montaña y el vídeo Heimat (ciudad natal), en las que propone un diálogo entre el mar de Canarias y las montañas suizas, dos territorios separados entre sí por más de 3.000 kilómetros, que están muy presentes en su cosmos creativo.
La idea decide el material
Acosta señala que, en toda su obra, la idea de cada obra es la que decide el material: «Unas puede ser el video, otras una fotografía». Uno de los elementos que destaca de la exposición son los bendicionales, una tradición aruquense que recibía de su abuelo. Estando en Alemania construyó máquinas de madera para bendecir en memoria de una tradición de su niñez.
Asimismo, la serie Constelaciones consiste en bordados a mano con hilo de seda sobre terciopelo, siguiendo la tradición canaria. La idea surgió durante la reclusión de la pandemia, cuando trató de escapar «hacia arriba» mirando el universo.
«Una caricia en el corazón»
Por su parte, la comisaria de la exposición, Semíramis González, afirma que la exposición es «una caricia en el corazón», pues las personas que la visitan salen de la exposición «muy conmovidas y reconfortadas».
Recuerda que fue Orlando Brito, director del CAAM, el que propuso que trabajaran juntas y a González le sorprendió la profundidad de la obra de Acosta y su capacidad de «concentrar en cada obra tanto significado, algo muy difícil de llevar a cabo».