José Abraham y Andrés Domínguez hacen un exhaustivo repaso a su dilatada carrera en la que los éxitos han respondido a la fórmula del “trabajo duro” y estar “agarraos” a la virgen del Pino.
Los hermanos Domínguez son naturales de Teror, pero pronto se trasladaron al populoso barrio de Schamann en Las Palmas de Gran Canaria. Su familia tenía allí una tienda “de aceite y vinagre” regentada por su padre y que se mantuvo abierta hasta el año 1972. En los años ochenta abrieron su primer supermercado bajo la fórmula de “precios muy baratos, alta rotación y márgenes de beneficio muy pequeños”. Él éxito radicó en la estabilidad de unos clientes a los que se les ofrecía un ágil servicio de reparto.
En el año 1985 abrieron su hipermercado de Miller y en los años noventa comenzaron a negociar su presencia en el Centro Comercial Las Arenas por 12.000 millones de las antiguas pesetas. Mientras tanto, abrieron el Hiperdino del barrio de Triana.
En el año 2000 vendieron Hiperdino al grupo Ahold, momento en que se dieron cuenta de que habían pasado toda su vida “detrás de un mostrador” y que “nos faltaba algo”. Consideran que los distintos fondos de inversión que se hicieron cargo del grupo hicieron bien comprando muchos locales, “pero la gestión comenzó a fracasar”. Así, cuando tuvieron la oportunidad de recuperar el negocio en el año 2012 no lo dudaron, “a pesar de un agujero de 300 millones de euros”. Se trataba, dicen, “de una cuestión sentimental, pero corríamos un riesgo muy grande”.
Recuerda que en esa época, “la gente no podía comer por los precios” y establecieron una estrategia de “grandes ofertas y grandes precios, lo que obligó al mercado a bajar los precios. Hoy come todo el mundo”.
El negocio audiovisual
Recuerdan su paso por el negocio audiovisual, con catorce años manteniendo la televisión Canal 9 y cuatro emisoras de radio. Confiesan que nunca les dio dinero, ni siquiera “para equilibrar las cuentas”. Tras varios años con pérdidas de más de un millón de euros decidieron cerrar porque “no podíamos dedicarnos a eso, no era lo nuestro”. Sin embargo, afirman que “la mitad de los trabajadores de la Televisión Autonómica pasaron por Canal 9”.
6 millones de pérdidas en la Unión Deportiva
José Abraham recuerda que pudo ser presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, pero “gracias a que no entré”. En esa aventura perdieron seis millones de euros, “se dijo que era para blanquear dinero, pero de eso nada: era dinero de la cuenta”. Consideran que la mala gestión de aquella época se debió a que el equipo tenía un presupuesto “menor a lo que gastaba”. Afirma que nunca le quedó “la ilusión” de ser presidente.
Millonarios en salud
Se consideran “millonarios en salud” y bromean con que “el personal vive mejor que nosotros, van a asaderos mientras nosotros seguimos trabajando”. Afirman sentir una alta responsabilidad por las “ocho mil y pico familias a nuestras espaldas”.
Esa responsabilidad la sobrellevan gracias al “trabajo” y, también, a la fe católica, muy particularmente a la virgen del Pino, de la que dicen estar muy “agarraos”.