→ «El sector ha perdido 55.000 camas desde el año 2012, ¿Dónde está la depredación?» → «Solo los turistas del grupo Lopesan dejan en impuestos 130 millones de euros al año, ¿A ver si eso no da para limpiar las playas?» → «Hemos pagado por los males de todos los acontecimientos que han sucedido tras la covid»
El director general de la división hotelera del grupo Lopesan, José Alba, afirma que es «incomprensible» que, desde determinados sectores, se cuestione un modelo turístico que, como el canario, «es referente mundial».
A su juicio, no es tan necesario reflexionar sobre el modelo turístico, el cual ha demostrado los éxitos a lo largo de los años, como sobre si el sector ha fallado en explicar los efectos beneficiosos que tiene para toda la sociedad.
A modo de ejemplo, señala que la cantidad de impuestos que deja un turista en Canarias es mucho mayor que la del residente medio. Los 450.000 turistas al año de Lopesan dejan en las islas unos 100 o 130 millones de euros en impuestos: «A ver si eso no da para limpiar las playas».
Socializar también las pérdidas
Recuerda que no siempre las empresas del sector turístico obtienen beneficios, como se demostró durante la pandemia de la covid-19 en la que «nadie pidió socializar los cincuenta millones de pérdidas que tuvimos como grupo». Asimismo, señala que, en esa época de turismo cero, se escuchó a muchas personas diciendo que «ojalá que vuelvan los turistas».
Considera que, frente a lo que se piensa, hoy no hay más turistas que en el año 2017, sino «más ingresos». Por tanto, no entiende que se diga que «estamos desbordados» cuando se tienen 55.000 camas turísticas menos que en el 2012.
El «colmo» de la inseguridad jurídica
Sobre la propuesta de distintos sectores ecologistas en el que se pide al Gobierno canario la puesta en marcha de una comisión que decida qué infraestructuras turísticas se pueden desarrollar, Alba señala que sería «el colmo de la inseguridad jurídica» y nos abocaría a ser «un país subdesarrollado».
A su juicio, lo que hacen falta son menos comisiones y sí más silencio administrativo positivo, de tal forma que se facilite el desarrollo, «que es lo que ha hecho a Canarias salir adelante». Lamentaría que, finalmente, decida sobre el futuro económico de Canarias «gente que no tiene conocimiento».
Una onda expansiva
Señala que las manifestaciones del pasado sábado expresan un malestar social que poco tiene que ver con el turismo: «Hemos salido perjudicados de una onda expansiva que ha venido de otra isla», afirma, refiriéndose a determinados movimientos ecologistas de la isla de Tenerife.
Considera que en Gran Canaria la turismofobia «no ha existido ni existe», pues jamás ha visto esa beligerancia: «Ha sido un virus mal gestionado», en referencia a que el sector turístico ha pagado por los males de todos los acontecimientos que han sucedido tras la pandemia de la covid: «Hemos sido víctimas de una gran desinformación y de todos los infortunios de los últimos tres años».