El secretario general del SUP en Canarias denuncia carencias y abusos de poder en el cuerpo, pero tranquiliza a los ciudadanos porque ‘son muy profesionales’
“En Canarias hay 600 efectivos menos del Cuerpo Nacional de Policía respecto al catálogo que tenemos”, ha calculado José Luis Guedes durante la entrevista que El Espejo Canario le ha realizado en los estudios centrales de Las Palmas de Gran Canaria, “cuyos servicios son cubiertos con mucho sacrificio por parte de otros compañeros”.
De esos 600, el SUP calcula que a cada provincia le falta el 50%, unos 300 efectivos, y afecta a todas las áreas del catálogo teniendo en cuenta, además, “que este es del año 2007, lo que quiere decir que ya está desfasado” porque se hace en base a una población de derecho que ha aumentado mucho en diez años, “sobre todo en el sector turístico, con unas cifras récord”.
Esta situación, según Guedes, “ha obligado a cambiar la filosofía de los servicios sobre todo ante la ‘alerta nivel 4’ en materia antiterrorista” que tiene Canarias, que se ha traducido en cambios “en infraestructuras aeroportuarias o zonas comerciales” donde, “con carácter disuasorio” la Policía Nacional ha incorporado, entre otras medidas, “armas largas como fusiles de asalto”. “La superioridad distribuye los servicios y marca las prioridades”, dijo.
Otro aspecto que el SUP ha estado denunciando en los últimos meses es la deficiencia en equipos, material y recursos, especialmente para “el remozamiento de las comisarías, infraestructuras nuevas (como la comisaría de Puerto del Rosario o la del Puerto de la Cruz), o reparación de desperfectos (la comisaría de Maspalomas tiene el aire acondicionado averiado)”. Guedes detalló los inconvenientes, así como los obstáculos arquitectónicos y funcionales a los que se enfrentan cada día los funcionarios para poder desarrollar su trabajo.
En cuanto a “los dos sistemas de provisión de vehículos, renting/leasing y el de propiedad de la DGP” [Dirección General de la Policía], harían falta más, tener a su alcance el mantenimiento y que la renovación de la flota se produzca con “menos tiempo de prestación de servicios”, señaló el sindicalista, “ya que en lugares como Maspalomas, tienen más de 15 años y, algunos, más de 200.000 kilómetros. Los vehículos están circulando las 24 horas”, dijo.
Respecto a la ‘defensa extensible’, “porras con un elemento de acero que se puede extender y que emiten un sonido como efecto disuasorio” que utilizan los Grupos Operativos Especiales (GOE y GEO), Guedes asegura haber solicitado una dotación para todos los policías “por comodidad y seguridad”, que aún no se ha materializado. Los chalecos antibala, por otra parte, deberían ser “propios e intransferibles” y portado por cada policía “desde el momento que sale de la Academia, al igual que pasa con la pistola o los grilletes”. Otra gran carencia que denuncia el portavoz del SUP es la falta de chalecos femeninos, ya que los masculinos no se adaptan correctamente a la anatomía de la mujer policía.
Denuncias a la superioridad
Hace dos semanas, el SUP ha presentó una querella contra un subinspector de la comisaría de La Laguna (Tenerife) por coacciones a un funcionario, liberado sindical, que el sindicato policial entiende como “un ataque a la libertad sindical” dada la desproporcionada sanción que las instancias policiales aplicaron al policía expedientado, 45 días de empleo y sueldo por un “error administrativo”.
Igualmente, el Sindicato Unificado de Policía denunció ‘trato vejatorio y humillante’ por parte del Jefe del Grupo 2 de la Unidad de Prevención y Reacción hacia la treintena de agentes que están a su cargo, situación que se está dando “desde marzo del año pasado, en que se produjo un cambio en la jefatura” con numerosas “quejas de los compañeros por el trato, a los que se dirige como mercenarios”, por instrucciones de “usar las porras o las botas cuando nadie mira, que para eso te las da la Policía” o por poner en riesgo algunos operativos y su propia vida, circunstancia que ha creado alarma entre los policías bajo su mando. Para sorpresa de José Luis Guedes y el sindicato al que representa, “hasta ahora no se ha hecho nada” a pesar de las reuniones que han mantenido con el Jefe de Sección y con el Comisario para trasladarles su preocupación. Sólo tras denunciar en los medios, asegura el secretario general, “se ha abierto una investigación reservada, pero más encaminada a negar los hechos” que a averiguar cómo han sucedido, además de castigar al denunciante.
A pesar de todas las dificultades que ha relatado José Luis Guedes, considera que “la ciudadanía puede estar tranquila porque la Policía Nacional es un cuerpo muy profesional, con muchas ganas y mucha implicación. Esta profesión es por vocación”, concluyó.