El presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT) lamenta el daño al sector turístico, arremete contra “la verborrea demagógica” de algunos políticos y afirma que el turismo no puede solventar el problema del paro en Canarias.
“En el Sur están en peligro casi todas las inversiones”, ha comenzado diciendo en La entrevista del día de El Espejo Canario el presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricúa, después de que el viernes pasado la organización solicitara «a las administraciones competentes que tomen conciencia de lo que supone la construcción del parque temático Siam Park, en el municipio turístico de San Bartolomé de Tirajana». Para la FEHT, las inversiones “se dilatan en el tiempo” debido a la inseguridad jurídica que afecta a las empresas, dificultando “la creación de riqueza y los puestos de trabajo” e impidiendo “el desarrollo turístico o la mejora de la competitividad de la isla”.
Mañaricúa ubica el origen del problema “en primer lugar, en los propios empresarios competidores que paralizan inversiones de otras empresas”, como en el caso del Siam Park, para seguir con “el entramado legislativo, las diferencias entre la Administración, diferentes grupos de interés o colectivos [ciudadanos] que entorpecen” los diferentes proyectos propuestos. “En Gran Canaria, en este momento, todas las inversiones turísticas están paralizadas o con impedimentos” vía alegaciones, recursos, calificaciones de suelo o licencias, reiteró, recordando que “desde 2008 hasta 2016 sólo se ha inaugurado un hotel”, así como que “el perfil del turista está cambiando” y no se está adecuando con la suficiente agilidad la diversificación del producto. Del mismo modo, se pronunció “en favor de la apertura de la playa Anfi Tauro” en Mogán para poder ofrecer los servicios que requiere el turista.
El alquiler vacacional
“La FEHT siempre ha estado a favor del alquiler vacacional dentro de las zonas turísticas en el suelo de uso residencial”, aclaró el presidente de los hoteleros, y adelantó que “los empresarios vamos a ser los primeros en iniciar negocios de alquiler vacacional y le dedicaremos edificios enteros” cuando quede “claramente legislado” el nuevo sector. Para ello, aseguró, “ya hay empresarios comprando suelo turístico” en estas zonas para competir “en el libre mercado que defendemos”, aunque reclamó igualdad de condiciones impositivas, de seguridad o salarial para todos.
En la situación contraria, la de los apartamentos turísticos que se residencializan, el representante de la FEHT se mostró contrario “porque vamos a dejar de generar riqueza en el destino al sacar camas de la explotación”, aunque “es algo que tiene que decidir la sociedad canaria”.
Precarización laboral
Respecto a la externalización de servicios (camareros, limpieza…) en la que ha incurrido el sector con la consecuente precarización laboral que han denunciado los sindicatos, Mañaricúa aseguró que “en Gran Canaria no existe, se ha dado en las islas menores por empresas dedicadas al turismo urbano” que pagan 800 euros a los empleados frente a los 1.300 netos que le cuesta a su empresa de cuatro estrellas una camarera de piso, afirmando que se trata de una práctica “ilegal que se debe denunciar”. El presidente arremetió contra los representantes públicos que denuncian la precariedad de este tipo de empleo acusándoles de “demagogia, populismo baratero y carencia de nivel intelectual”.
Prejubilación
“Muchas de las camareras de piso trabajan desde los 20 años”, prosiguió el portavoz, por lo que se mostró partidario, “después de acordarlo con los sindicatos UGT y CCOO”, de que se puedan jubilar con 60 años dadas las duras condiciones, laborales y existenciales, que las hacen llegar a esa edad en peor estado de salud que en otras profesiones.
Turismo y empleo
A pesar del crecimiento continuado del sector turístico y de los ingresos que genera al Producto Interior Bruto (PIB), José María Mañaricúa entiende que la falta de creación de empleo que debería llevar aparejado se debe, por una parte, a la falacia de que el número de turistas ha aumentado y, por otra, a que “el sector genera el empleo que necesita, no puede acabar con todo el paro”, y lamentó que “aquí se pretende que el turismo solvente todo: la agricultura, la construcción, y eso es imposible”. Para contrarrestar esta ‘tendencia’, aconsejó “fortalecer el sector industrial” aunque se mostró pesimista en este aspecto “porque España es cada vez más un país de servicios” al que le va a resultar muy difícil “competir con otros países” más industrializados.
Denuncias falsas
A la práctica, extendiéndose, de denunciar falsamente a los hoteles por intoxicaciones alimentarias, Mañaricúa dijo estar defendiéndose de las mismas “ticando la totalidad de las consumiciones” que se le sirven al cliente con el fin de “demostrar lo que consumen en nuestro local”, así como su calidad y frescura. A la dificultad del procedimiento de defensa al que se han visto obligadas las instalaciones hoteleras, añadió el brexit, que complicará aún más el marco legislativo con Gran Bretaña —único país donde se han producido este tipo de reclamaciones— cuando esté fuera de la normativa europea en esta materia. Mañaricúa tasó en una media de 12.000 libras esterlinas la cantidad demandada en cada una de las denuncias, sumando un total de unos 60 millones de euros en todo el territorio español.