Las mujeres pensionistas canarias cobran hasta un 37% menos que los hombres en idéntica situación, según los datos de la Asociación para la Defesa de las Pensiones.
Julián Ayala Armas, presidente de la Asociación, explica que “entre los pensionistas pobres, las mujeres son mayoría”, lo que las aboca a “estar rozando la exclusión social, si no están ya en ella”. Este es el resultado de años de recortes en que, según Ayala, el Gobierno del Partido Popular ha “saqueado” la hucha de la Seguridad Social.
Ayala señala que en Canarias hay unas 290.000 pensiones contributivas, que cobran una media mensual de 850 euros. Más de la mitad de esos pensionistas cobran menos del salario mínimo interprofesional. 60.000 de ellos están entre los 600 y los 655 euros y alrededor de 3000 están por debajo de 600 euros.
“La crisis ha sido superada, pero muchos pensionistas siguen cargando con sus hijos y sus nietos y tienen menos dinero que el que tenían no ya en 2008, sino en 2014”, afirma, al tiempo que señala que la crisis se ha resuelto “quintando dinero a trabajadores, pensionistas y funcionarios” para dárselo a “un sector reducido de la sociedad”. Así, “los que tenían dinero, tienen más, y los que tenían menos, tienen ahora menos”.
Entre las decisiones que han afectado al poder adquisitivo de los pensionistas, Ayala señala el incremento de la edad de jubilación y, sobre todo, el tope fijo del 0,25%, en la revisión anual de las pensiones, lo que supone “dos euros como mucho más al mes para las pensiones más altas”. Según su consideración, las pensiones no sólo están congeladas desde el año 2014, sino que, al evolucionar por debajo de los precios, “se puede decir que han sido recortadas”.
Respecto a las declaraciones de la presidenta del Pacto de Toledo, Celia Villalobos, en la que afirmó que había pensionistas que llevaba más tiempo cobrando la pensión que el que habían trabajado, Ayala indica que es “una invitación al suicidio de los pensionistas”. A su juicio, Villalobos “está trabajando para la banca, recomendando que la gente se haga pensiones privadas”. Pretende, dice, “cambiar el actual sistema de solidaridad por un sistema de capitalización en que cada uno se busque la vida. El puesto le viene más ancho que largo”.
Las pensiones del futuro no serán mejores que las actuales pues, el empleo que se ha recuperado “es un empleo basura, cuyas prestaciones sociales estarán en función”. A eso se suma el hecho de que la hucha de las pensiones, creada en 1995 y que en 2011 tenía 66.000 millones de euros, en la actualidad cuente con poco más de 8000 millones. Para Ayala, si el dinero de la seguridad social no se hubiera destinado a otros fines ahora se dispondría de medio billón de euros: “El Gobierno está ahora prestando a la Seguridad Social, cuando la Seguridad Social tendría que tener su hucha a rebosar”.