La consejera de Educación no se plantea dimitir porque “la responsabilidad es enorme”

La consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, María José Guerra, reconoció hoy que en la gestión de la emergencia sanitaria por el COVID19 la dimisión ha podido pasar por su cabeza porque hay “muchas noches en las que no se duerme” y en las que “se piensan muchas cosas”. No obstante señaló que no dimitirá si cree que “puedo llevar esto adelante con garantías, porque es un momento de responsabilidad excepcional”. “Soy profesora de Ética, no me puedo sustraer a la enorme responsabilidad que es ésto”, matizó.

Al ser cuestionada sobre si esas garantías pasaban por el cese en alguna viceconsejería o dirección general sostuvo que hoy no lo tenía en su “agenda” aunque señaló que en cualquier caso la decisión correspondería al presidente del Gobierno “porque es su gobierno, él fue el que me llamó y yo sólo respondo ante el presidente del Gobierno”.

Preguntada por la crisis interna en la Consejería que dirige, María José Guerra insistió en que ella es “independiente” y que en esta situación de emergencia “el nivel de responsabilidad ha subido estratosféricamente”.

“Hemos tenido que arbitrar soluciones de un día para otro, en régimen de tramitación de urgencia, y unas personas lo han hecho más diligentemente, quizás incluso se han arriesgado más personalmente, y otras personas se han retirado a la retaguardia”, explicó.

Añadió que ha impuesto “un ritmo potente” para resolver las desigualdades educativas” que ha “forzado la máquina” y “unas personas han estado acompañándome en esa aceleración” que era necesaria por la crisis “y otras han estado más en la retaguardia”.

Si bien la directora general de Personal, Marisol Collado, dijo la semana pasada en ‘El Espejo Canario’ que uno de los problemas con los que se había encontrado la consejera era que ella no había elegido al equipo porque “fue designado por los distintos sectores, distintos intereses, y distintas cuestiones”, María José Guerra sostuvo hoy que la elección de “siete altos cargos” si había sido suya, aunque solo se refirió en concreto a la Dirección General de Universidades que ocupa Antonio Aparicio Juan.

“Soy exigente en la toma de decisiones y lo primero es satisfacer las necesidades de nuestro alumnado, de las familias… Ese es el objetivo, aquí ya no cabe la política de postureo, no caben las ambiciones personales,. Aqui lo importante es el servicio público, el servicio a la ciudadanía,  y proteger y garantizar el derecho constitucional a la Educación”, argumentó.

DESESCALADA EDUCATIVA

Consideró que “se ha dado un paso de gigantes” en la formación online y consideró que es una dinámica educativa “que hay que consolidar” porque seguirá siendo un complemento a partir de este momento. Pero para poder seguir avanzando y profundizando en este área es fundamental contar con una “regulación de la enseñaza on line” porque “son otras reglas de juego”.

Plantear la vuelta a las aulas con un máximo de 15 alumnos por clase implicará desdobles de turnos y “optimizar” el profesorado, para lo que se debe contar también con un presupuesto mayor, lo que llevará a la consejera a “hablar con el vicepresidente y consejero de Hacienda y con el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres”, matizó María José Guerra.

La consejera sostuvo que los proyectos de tarjetas de alimentación para los alumnos beneficiarios de cuota cero en comedor escolar así como la entrega de tablets a alumnos con menos recursos “están bastante avanzados”.

No pudo concretar, sin embargo, que porcentaje de centros educativos han sido sometidos ya a la desinfección prevista en la Fase 1 que se inició el lunes 11 de mayo.

La consejera explicó que el Plan Canario de Desescalada Educativa se valorará nuevamente este miércoles 20 de mayo, con lo que es muy difícil que para el lunes 25 de mayo, cuando empiece la Fase 2, puedan empezar a impartirse las clases voluntarias de refuerzo en los centros públicos.

En cuanto a la concilación de la vida laboral y familiar, la consejera sostuvo que se trata de una de sus grandes preocupaciones. Recordó que ella viene del feminismo y entiende que no puede ser que todo el peso recaiga en las familias y especialmente en las mujeres que son las que históricamente se han encargado de los cuidados. Sostuvo que hay que contar con la colaboración de todas las administraciones, que hay que flexibilizar turnos de trabajo y reforzar el teletrabajo reglado, buscar nuevas formas de conciliación para salir de esta crisis "con más equidad, más igualdad de oportunidades".