Germán Suárez Calvo, consejero delegado de Inerza, explica el proyecto que su empresa lleva a cabo en el campus universitario para impulsar la innovación tecnológica canaria.
El origen de Inerza se remonta a los años noventa, cuando las dos autoridades portuarias canarias crearon la empresa Serviport Canarias para externalizar los servicios informáticos de los puertos. Posteriormente, y bajo el gobierno de José María Aznar, las empresas fueron privatizadas, lo que permitió la entrada en la misma de Germán Suárez Domínguez a principios de este siglo. "Mi padre [Germán Suárez Domínguez] apostó por la inversión tecnológica y hoy Inerza es el primer centro de transferencia tecnológica de capital privado de Canarias", afirma Suárez Calvo.
Inerza es la primera empresa canaria que se instala en el campus universitario, "para sacar ideas y proyectos del ámbito universitario, en el que hay mucho talento". Asegura que en casa han aprendido "que hay que ayudar a la gente con iniciativa, porque eso se traduce en una riqueza que es buena para todos".
Ser un "centro de transferencias tecnológicas" significa estar en contacto "con los universitarios y con los departamentos, escuchar a los jóvenes, porque tienen una gafas diferentes para entender el mercado". Suárez afirma que se trata de un modelo que ya se ha aplicado en EEUU, como es el caso de Sillicon Valley, o en Israel y "no veo por qué aquí no va a funcionar". La meta es "intentar anticiparse al mercado, porque si no lo intentas, al final te acabarán comiendo los bichos". Suárez considera que ningún aspecto de las nuevas tecnologías debe quedar al margen por prejuicios. Así, sobre los eSports, considera que "hay muchos jóvenes que se comunican con el mundo a través de las plataformas de juego. Nos guste o no, tenemos que estar de alguna manera, porque dejarlos de lado no es lo más inteligente".
Sobre el apoyo de la administración pública a iniciativas como las de Inerza, Suárez considera que las ayudas deben ir "al pequeño empresario" porque para empresas como Inerza, "la ayuda que pueden hacer es contratar más empresas tecnológicas canarias, como ya se hizo con las constructoras canarias en los años noventa".
Astican
Suárez, que es también vicepresidente ejecutivo de Astican, adelanta que en veinticuatro meses estará en funcionamiento el dique seco de la empresa en el Puerto de Las Palmas. El dique seco es "la forma normal de astilleros" aunque Astican carecía de esa tecnología, que era sustituida por elevadores, capaces de manejar buques de hasta 36.000 toneladas de peso muerto, "ineficiente para barcos muy grandes". Con el dique seco, Astican podrá abordar barcos de hasta 100.000 toneladas de peso muerto, "grandes petroleros o grandes cruceros". Asegura que esta es una buena vía de diversificación para el puerto a cambio de una inversión de 30 millones de euros, "la mayor inversión de un privado en la historia de la Autoridad Portuaria". Esta infraestructura les permitirá acceder a parte de esos 2600 millones de euros anuales que mueve el sector de la reparación de cruceros nivel mundial.
Por otra parte, Suárez señala que las plataformas petrolíferas siguen acudiendo al Puerto de Las Palmas y "a medio y largo plazo vamos a recibir más buques perforadores que plataformas. Estas empresas han decidido que su puerto sea el de Las Palmas, donde serán preparados los barcos antes de sus expediciones".