José Ricart, gerente, y Elisa Quevedo, del área de desarrollo de personas y talento en Sagulpa, ponen de relieve la filosofía de la empresa de poner en el centro a la plantilla.
José Ricart, gerente, y Elisa Quevedo, del área de desarrollo de personas y talento en Sagulpa, ponen de relieve la filosofía de la empresa pública de poner en el centro de la actividad a las personas que desarrollan su trabajo en la organización, potenciando el talento de los 174 trabajadores.
A este respecto, Quevedo destaca el esfuerzo que se realiza desde la dirección en la actualización y formación de los trabajadores, mejorando sus competencias al tiempo que su bienestar en la organización.
José Ricart, gerente de Sagulpa, indica que el absentismo laboral en Sagulpa ronda el 25%, algo que no levanta sospechas, pues están perfectamente documentadas, lo que no obsta para que la empresa haga todo el esfuerzo posible para reducir esta cifra: «Somos muy respetuosos con estas situaciones».
De forma concreta, Elisa Quevedo destaca los trabajos que se están haciendo ayudando a manejar el estrés a los trabajadores, por lo que espera que, a corto plazo, las cifras puedan descender.
Cantera sagulpera
Elisa Quevedo destaca el proyecto de la «cantera sagulpera», que se orienta a conseguir que las personas que entran en práctica en la empresa sean aquellas que mejor encajan en la organización, haciendo que las tutorías sean más intensas y comprometidas que en los periodos de práctica de otras empresas.
Ricart indica que este programa permite una mejor integración de los trabajadores en la empresa y señala que hoy es uno de los proyectos que más les ilusiona.
Transformar la ciudad
Ricart pone de relieve el hecho de que, a pesar de los buenos datos económicos de la empresa en el pasado ejercicio, su objetivo no es el rendimiento económico, sino contribuir a la transformación de la ciudad en muchos de los aspectos claves para la ciudadanía.
Señala que no se trata de reducir el número de vehículos privados tanto como de incidir en la necesidad de compartir el uso del espacio por parte de toda la ciudadanía, desde los peatones, a los usuarios de vehículos de movilidad personal o los vehículos a motor.
A este respecto, pone de relieve el proyecto de limitar el uso de los vehículos en la zona de bajas emisiones del barrio de Alcaravaneras, con el que se pretende mejorar la convivencia y bienestar de los vecinos.
Sitycleta, margen para el crecimiento
Con 25.000 usuarios activos, Sitycleta se revela como uno de los mejores instrumentos para la movilidad alternativa en la ciudad. Esto supone unos mil usos diarios, una cantidad que, a juicio de Ricart, permite un amplio margen de crecimiento: «Hay que ir a por las personas que, en algún momento, han pensado que era una buena forma de movilidad».
El valor del dato
Por su parte, Yaiza Santana, técnica de la Oficina del Dato del departamento de movilidad e innovación en Sagulpa, destaca la importancia de los datos en el funcionamiento de una empresa, máxime en una dedicada a la movilidad, en la que es muy importante el control de la contaminación atmosférica.
Asimismo, señala que la empresa dispone de sensores para medir el ruido acústico en las zonas comerciales, así como la afluencia de personas y vehículos en determinadas zonas.
José Ricart señala que el valor que aportan los datos es la ayuda a la toma de decisiones en las que, no obstante, es preciso matizarlas con el hecho de que esas decisiones influyen sobre las personas, por lo que «hay que humanizar los datos».
Santana señala que, en el manejo de los datos, son muy importantes los conceptos de calidad, ética y protección, algo que se tiene que tener muy presente en el manejo de las herramientas de inteligencia artificial: «Podemos usarlas, pero sin perder el sentido crítico».