Tensy Calero, presidenta del Colegio de Enfermería de Las Palmas, señala que los bajos sueldos de las Islas dificultan atraer a personal.
Aunque se ha producido en Canarias un incremento en el número de contratos a profesionales de la enfermería, lo ha hecho a menor ritmo que el incremento poblacional. Así, respecto de los 700 enfermeros por cada 100.000 habitantes que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), la provincia de Las Palmas registra un ratio de 500, por lo que faltarían unos 2000 profesionales para atender a más del millón de habitantes.
Calero recuerda que "a mayor número de enfermeros, menor mortalidad" y lamenta que no se puedan dar muchos servicios por falta de profesionales: "Está todo inventado, como lo demuestra el País Vasco y Navarra, con un ratio de enfermeros que supera las recomendaciones de OMS". El problema de Canarias es que es una de las comunidades que peor remunera a su personal sanitario, por lo que los profesionales de otras regiones no quieren desplazarse a las Islas para trabajar.
Señala que la reciente oferta pública de empleo ha servido para consolidar al personal de enfermería que llevaba más de 20 años sin plaza y la convocatoria de 2019 servirá para consolidar a los que llevan más de quince años trabajando. Reconoce que la Consejería de Sanidad ha hecho un esfuerzo y que los hospitales han realizado una buena gestión para retener a los profesionales.
Prescripción y listas de espera
Calero señala que si bien el Gobierno central ha llevado a cabo una reforma para el uso más racional del medicamento, que permite a los enfermeros prescribir algunos de ellos, "ha dejado a las comunidades la acreditación de los enfermeros que pueden prescribir, pero las comunidades no han hecho absolutamente nada".
Considera que los centros sanitarios periféricos alivian la presión sobre los servicios de urgencia de los hospitales, pero deben contar con "profesionales adecuados" que permitan la correcta solución de enfermedades banales que no requiere acudir al hospital: "El problema es que no estén bien dotados o no estén los mejores, porque se necesitan a los mejores en la primera línea de atención". Recuerda que el envejecimiento de la población es algo que se conoce desde hace muchos años "pero no se ha previsto" y lamenta que un hospital de enfermedades agudas "esté atendiendo a personas que deberían estar en centros sociosanitarios".
Sobre las listas de espera, entiende que la solución es "muy fácil" y consiste en "no cerrar nunca los hospitales, no parar jamás. Se han abierto las tardes y fines de semana para pruebas diagnósticas, pero no para operaciones quirúrgicas, que registran ratios más bajos en las vacaciones o por las tardes". Considera que el problema de las listas de espera no es un problema de partidos políticos, sino "de poderes mayores".
Estima que la enfermería ha ganado con la introducción de hombres, "porque son más tenaces y más reivindicativos". Señala que cuando se alcance la paridad "la enfermería va a mejorar".